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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de LaRubia:
2
Drama En el año 1901, en una finca del norte de Italia, nacen el mismo día el hijo de un terrateniente y el hijo de un bracero que serán amigos inseparables, aunque su relación se verá nublada por sus diferentes actitudes frente al fascismo. Drama que hace un complejo recorrido político y social por la Italia del siglo XX. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2013
62 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bertolucci es, sin dudas, uno de mis directores más admirados. Hay otros, por supuesto, Visconti, Kulbrick, entre otros. Admiro de Bertolucci su capacidad de retratar seres humanos desde un individualismo sicologista que subyuga. Pruebas de ellos son, para mí, las insuperables "Ultimo tango en París" y, sobre todo, "La luna".
Digo, antes que nada, que la factura técnica me parece magnífica, maravillosa. La recreación de época es perfecta. La dirección y la escenografía, inigualables. El guión, difícil de comparar. Los actores... ¡por favor, qué decir de los actores! De Niro, Depardieu, Sutherland, Alida Valli, Dominique Sanda, la inigualable Laura Betti... ¡qué inmensos actores!, están en la plenitud de sus mayúsculas expresiones. No me alcanzará la vida para agradecerles las estupendas puestas en escena que han logrado de cada uno de sus personajes. Son artistas con MAYÚSCULAS, y aquí, de la mano de Bertolucci lo han demostrado con creces. No quiero agregar palabras, porque creo que cualquier palabra puede desmerecer su actuación, que se impone como un hecho radiante, indescriptible, único...
¿Cuál es el problema entonces con Novecento? El problema es que aborda un tema social extremo, desde ese mismo sicologismo individualista. Y da lugar a un filme que me provoca vómitos y un dolor inmenso, descomunal, como ninguna otra película ha logrado.
Tal vez sea un mérito de este eximio director. Pero no puedo soportarlo. No soporto que para retratar al fascismo elija unos personajes capaces de las peores perversiones, como Attila y Regina. No soporto que para hablarnos de la explotación capitalista nos muestre unos personajes extremos, que son una caricatura de la extrema crueldad que viven cotidianamente los explotados del mundo, sin necesidad de nadie destroce la cabeza de un niño después de violarlo por varón y mujer; o mate un gato sin necesidad; o mate a una viuda por una vieja deuda después de violar su cuasi cadáver... El capitalismo es peor que todo eso. No hacen falta perversiones para poder ver a un sistema perverso. En todo caso, las muestras de perversión no hacen más que "embellecer" la imagen de nuestro patrón si es una persona medianamente decente.
Si algo hay que reconocerle como verdad histórica a este filme abominable de Bertolucci, es la escena donde llega el "emisario" del Partido Comunista italiano a arengar al pueblo para que entregue las armas: y el pueblo, por consejo de su "líder", entrega sus armas de buena manera.
Esto es una prueba de que no había en verdad revolución alguna en esos tiempos. Esto no es un "pase de factura" con la historia. Es una simple constatación histórica. Y esa falta de afán revolucionario es más que justificable debido a la profunda derrota sufrida por los pueblos explotados de Europa en los años de 1920, cuando son derrotadas las revoluciones en Alemania, Hungría, Italia... procesos que dejan totalmente aislada a la naciente Revolución Rusa, razón por la cual ésta inicia su retroceso y degeneración de la mano de Stalin, que ahoga a sangre y fuego a todos los dirigentes del bolchevismo, acompañando el surgimiento del nazismo en Europa, hasta llegar a los juicios de Moscú e incluso asesinar a Trotsky "a distancia", de la mano de un sicario (Ramón Mercader), que le clava una pica en la nuca en 1940.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LaRubia
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