Esta historia que nos cuenta el director Wajda ( y que le toca tan de cerca, por ser su padre uno de los asesinados) es realmente una película muy buena. Un film contundente, con una realización precisa, sin caer en golpes bajos. Va directo al punto. Las historias que se cruzan de estos personajes, tantos de los soldados como de sus familias, remiten todas a un común denominador: Katyn y la masacre sucedida en esos bosques.
Un trabajo de dirección exquisita, una reconstrucción de época excelente, una fotografía muy hermosa, un buen elenco y un montaje que nos permiten ver filmaciones reales (muy bien editadas), nos permiten poder disfrutar un film de gran calidad. Un película necesaria y entretenida, en fin... Una película imperdible.