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España España · Zaragoza
Voto de el chulucu:
7
Drama Karel, un introvertido niño checo de 9 años, superviviente del campo de concentración de Auschwitz, huye de un campo de refugiados en la Alemania de la postguerra, tratando de buscar a su madre. El chico es encontrado por un soldado americano, Steve que tratará de ayudar Karel a encontrarla. Film en tono semi-documental, rodado entre los escombros de la ciudad de Nuremberg y protagonizado por el entonces desconocido Montgomery Clift en ... [+]
2 de abril de 2011
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zinnemann dirigió pocas películas y, casi todas, fueron buenas e incluso más que buenas. Tocó con acierto temas delicados y se apartó del cine cuando comenzaron a primar los intereses comerciales por encima de la creatividad del director. Nos regaló joyas como: "Hombres", "Solo ante el peligro" o "De aquí a la eternidad".
"Los ángeles perdidos" narra la historia de un niño (Karen). Los nazis lo separaron de su madre en un campo de concentración y, terminada la guerra, el pequeño se halla en estado de 'shock' por todo lo que ha padecido. Poco a poco irá recuperándose pero es entonces cuando siente más que nunca que le 'arrebataron' a su madre y que la necesita.
Es ésta una película durísima, sólo tamizada en su dolor por el personaje de Steve y los suaves ademanes y la dulce mirada de Clift. Se distinguen dos películas, dos episodios bien diferenciados. Uno de ellos es desgarrador, conmovedor, una sacudida violenta a nuestros corazones y a nuestras conciencias. ¿Cómo metemos a los niños en las guerras? ¿De qué horripilante manera y con qué derecho le quitamos al niño la posibilidad de ser niño? ¿Cómo puede nacer y a los pocos meses hacerlo hombre, tratarlo como a un hombre? ¿Qué significa tanta crueldad en el ser humano?
Y, gracias a Zinnemann y, sobre todo, gracias a sus pequeños actores, cada rostro de piedra, cada harapo, cada gesto temeroso, cada par de ojos desorientados, se cuelan en nuestra mente y se anclan al corazón para que no olvidemos nunca que ellos estuvieron allí y que sólo piden que alguien les de una explicación. Aunque sea vaga y pobre, pero que se la den.
Hay planos fabulosos, secuencias conmovedoras, miradas que jamás se olvidan. Los niños, los niños, los niños... Los niños gritando por qué y que dónde diablos está su madre.
La historia del tierno y bondadoso Clift es el otro episodio. El edulcorante. Pero, por esta vez, vamos a tomarnos una taza grande de café solo. Y además frío.
el chulucu
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