Divertidísima parodia de Frankenstein dirigida por Mel Brooks e interpretada en sus principales papeles por Gene Wilder y Marty Feldman. Curiosamente, ninguno de este trío volvió a alcanzar, ni de lejos, el extraordinario nivel que muestran en esta película, unos como intérpretes y el otro como director.
"El jovencito Frankenstein" se convierte en una sucesión de gags (algunos de ellos magníficos e inolvidables) desarrollados en un ambiente terrorífico y fantasmal, absolutamente modélico e impecable, y que constituye, sin duda, uno de los factores de éxito de la cinta. Aunque lo cierto es que todo funciona a las mil maravillas: el manejo de la cámara, los fundidos (evidente homenaje al cine mudo), la puesta en escena, la soberbia fotografía, las interpretaciones... Porque ¡qué barbaridad! no me digan que no son extraordinarias las que hacen Gene Wilder y Marty Feldman del doctor Frankenstein e Igor respectivamente. Y, ¿Peter Boyle como Frankenstein? y ¿Kenneth Mars como el inspector de policía Fredrich Kemp?
Antes de terminar, dos apuntes. Primero decirle, amigo lector, que si es la primera vez que va a ver la película me da usted mucha envidia, y segundo -y como curiosidad- comunicarle que la mayoría de las piezas del laboratorio que aparece en la película son las mismas que las usadas en la película "Frankenstein" de 1931. El homenaje a las viejas películas de terror de la Universal estaba claro.