Media votos
8,3
Votos
360
Críticas
354
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Anibal Ricci:
8
6,8
10.147
Comedia. Drama
Después de un día de audiciones a actrices para la obra que va a presentar, Thomas se lamenta de la mediocridad de las candidatas; ninguna tiene la talla necesaria para el papel principal. En ese momento llega Vanda, un torbellino de energía que encarna todo lo que Thomas detesta: es vulgar, atolondrada y no retrocedería ante nada para obtener el papel. Pero cuando Thomas la deja probar suerte, queda perplejo y cautivado por la ... [+]
29 de agosto de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Dios le castigó, poniéndole en manos de una mujer» (Libro de Judit, 16, Cap. VII) es el epígrafe de la película, como también de la novela del austriaco Leopold von Sacher-Masoch (escrita en 1870 y que aborda el origen de las relaciones sado-masoquistas). Esta última sirvió de inspiración para la obra del dramaturgo David Ives (nacido en Chicago, 1950). El protagonista de la cinta (Thomas), por su parte, hace su propia adaptación de la obra, ahondando en los abusos infantiles como origen del amor sado-masoquista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Este director recurre a su propia historia (también a la biografía del propio Polanski) para interpretar las líneas de Severin (personaje) ante una actriz vulgar que interpreta a Vanda (el otro personaje), en momentos de la audición a esa actriz, que de pronto sorprende al director con un conocimiento profundo de las líneas. La puesta en escena en un escenario sin público, nos coloca a los espectadores de la sala de cine en una posición privilegiada ante esta visión de múltiples espejos provenientes de autores de diferentes nacionalidades, lo que le confiere a la representación un carácter universal. En el transcurso del metraje hay una constante confusión entre la realidad (de los dos únicos actores) y la ficción de los personajes. El director propone que el amor es un juego de poderes, donde uno de los dos amantes ejerce violencia sobre el otro, mediatizando la pasión a ese enfrentamiento básico de fuerzas. Flota la idea de un hombre masoquista que se deja humillar por una mujer que asume el papel de sádica. Toda esta violencia se trasluce en las palabras que intercambian los personajes-actores. "La moraleja es que, tal como la naturaleza la ha creado y como el hombre en la actualidad la trata, la mujer es enemiga del hombre, pudiendo ser su esclava o déspota, pero jamás su compañera." Cada uno de los creadores es hombre y se ufana de su conocimiento de las relaciones de pareja. Se atribuyen intelectualidad y apertura de mente, cada vez que Thomas se queja de las continuas interpretaciones de Vanda al contenido de la pieza dramática. Hacia el final, los papeles se han trastocado: Thomas interpreta a Vanda, y Vanda a Severin. La vulgar actriz termina haciendo gala de una cultura incluso mayor a la del director, para terminar interpretando a una Venus que viene a rescatar a la mujer (como género) de un texto tan absurdo y anticuado: reducir los papeles de una relación a los de un yunque y un martillo.