La niña y la muerte. El foso.
Sin City, Jarmusch (Solo los amantes sobreviven), True Blood, el Joker de Heath Ledger, Calles de fuego, La ley de la calle, The Warriors, Blade Runner, Los pájaros, Batman, Terminator, Cometieron dos errores, Yo soy la justicia, Pulp Fiction, 300, La isla del tesoro (al loro), La noche de las bestias, Asalto al distrito 13, Entrevista con el vampiro, El corazón del ángel, Promesas del este, Blade, Kill Bill, Cocaína, El fin de los días, Ansia, Van Helsing, El detective y la muerte, Vértigo, Waterworld, Underworld, La mano que mece la cuna, El odio, El otro, El extraño, Bring me to a life...
Argumentalmente tiene todos, es avariciosa, viciosa, los tópicos habidos y por haber (y también los por conocer, suma y sigue, esos tópicos que justo al nacer serán nuevos por un momento, una ilusión, un efímero espejismo, el agua siempre vuelve a su cauce, al lío), al de un millón se pierde la cuenta, desde el mismo principio hasta que el más malote exhala su último suspiro, todos nos repetimos hasta la extenuación extremaunción, tanto en la vida como en el arte, máquinas impersonales (dan más sorpresas los gatos o las lavadoras, eso es cierto) de gestos iguales, pero hay un límite hasta para eso y esta película lo rebasa de largo, sin reparo, correcto.
Amada, asalto, malvados, tarados, muerte, violencia, violación, revancha, niña en peligro, policía al que abronca el jefe le echa el rapapolvo etcétera..., asesinos expertos y fríos como el hielo que se ponen casualmente de charla (a hablar del tiempo; cazurros y bestias como ninguno, mamarrachos y majaderos de toda índole, pero con educación, hasta para matar hay que tener clase, hay que respetar las buenas formas en la última y definitiva hora, verdugos, que esto no es España ni el ministerio de hacienda, quita, quita, no mientes a la bicha) con sus víctimas propiciatorias para darles tiempo (tampoco hay que abusar del débil, no hay que pisar al que repta por el suelo, cucaracha, uno tiene unos principios, se hizo asesino obligado por las circunstancias, forzado por la sociedad, las malas compañías, por la pobreza, si se quebrantan los derechos humanos, al fin y al cabo es por quítame allá esas pajas la mar de justificadas, en verdad, nosotros, se dicen estos cafres, los matarifes, santos inocentes, en su interior, somos rebeldes porque el mundo nos hizo ansí, los malos son los otros, de ahí todo ello) a que estas se recuperen de veras, álzate del suelo, hermano..., secuestros a última hora, amores tan buenos, tanta tumba...
Es verdad también que tiene sus buenos planos, algunos pequeños alardes y efectos, su impronta guapa horrorosa preciosa visual gótico barroca, de cómic chulo chungo, hasta algún dialogo pretencioso acerado absurdo, pero los recuerdos o reminiscencias son espantosos y el aire videoclipero es infecto.
El guion es tan previsible pueril paródico (involuntariamente, suponemos, gracia no tiene mucha) que te duerme, eso sí que es, ensayo general, sueño muerte, de profundis, y la acción, el ruido y la furia y la mugre, y las imágenes son tan discotequeras, rave, que el conjunto (excesivo, al bulto) te agota, la obra es en realidad muy calienta pollas braguetas bragas, puta barata, te excita aturde embota estimula o interesa, la atención llama, como esbozo o promesa incumplida, a priori, esa expectativa (insatisfecha, no saciada) y... (para) nada, esfuerzo vano, tierra baldía, energía desaprovechada, fuerzas a lo tonto gastadas, efecto placebo, timo, calorías vacías, como comerte un bocadillo de anfetaminas, una y en mal estado, pan tumaca más quisieras.