José Blanco (desarrollar el desarrollo, en esas estamos, progresando el progreso, por sus palabras les conoceréis), sonrisa irónica satisfecha (apuntarse un tanto, es decir, un, supuesto, en estos casos políticos siempre, literalmente, lo son, solo probables, inocentes demuestre lo que se demuestre, delito, ¿de lesa humanidad?) traviesa mediante, el origen de todo, el motor primero, Ana Pastor, suma y sigue, hermana y primo, (fomentando el) Fomento, y tras ellos toda la PSOEPP, el eje del absoluto mal, esa entente (con actuación estelar del artista invitado especial Feijoo para que no falte de nada haciendo el -vergonzoso- número) espeluznante, con la colaboración (nada) inesperada del PNV y CIU a la hora de negar la real comisión de investigación, sea, el Estado en todo su apogeo, moviendo los hilos, RENFE y ADIF, lo público, con todos su altos cargos en la tajada, la Judicatura con vocación de servicio sí bwana, los sindicatos sindicando el sindicato, fieles canes, las fuerzas y cuerpos de seguridad del, insistimos, Estado protegiendo a los políticos indefensos, una vez más, se ve que para eso están, de sus víctimas, sí, nueva y vieja normalidad, eso, el más puro horror (insufrible, insuperable) que solo de verlo (el mecanismo de la bestia, su funcionamiento, ¿el del Estado?) ya causa dolor, terror, en la distancia.
Infinita corrupción, monstruosa impunidad.
Se ríen de nosotros, cierto, a mandíbula batiente. Personas o personajes que tendrían que estar, también supuestamente, en la cárcel hasta el fin de los tiempos (si hubiera solo una pizquita o reflejo mínimo de la justicia en nuestro país) disfrutando como leones de la fiesta de la Democracia y la apoteosis del Estado de Derecho, qué viva España, y Europa (que así como de lejos o lado condenó estos abominables hechos, ¿pero qué demonios o cojones hacen estos cazurros cuando los dejamos solos?), por supuesto, saca la bandera de la Comunidad Económica.
Exceso de peso, exceso de velocidad y, sobre todo, no utilizar las medidas de seguridad pertinentes en estas ocasiones de tan "alta velocidad" que, según comenta un técnico, hubiera costado quince minutos poner en ese maldito tramo y hasta hubiera salido gratis, tenían de sobra, además chapuzas, o no, les da igual.
El famoso sistema ERTMS que eliminaron para evitar problemas, es decir, paradas innecesarias, que el tren no fuera tan rápido como los políticos querían para así lucirse a modo, caiga quien caiga, vaya yo caliente, en esta ocasión desgraciadamente tan literalmente.
Y como remate, no solo les matan, sino que además les humillan y ofenden a sus familiares grotescamente con una alucinante cascada mascarada de mentiras gordas y caradura acojonante (hablaban de buscar la verdad hasta el fondo en los medios al mismo tiempo que hacían todo los posible por negarla u ocultarla, impresionante, para verlo, y escucharlo, para tentarse la ropa y pellizcarse, ¿en este país vivimos?).
Todo esto, y bastante más (hablan de horrores parecidos acaecidos en nuestras tierras hace nada con idénticos comportamientos escalofriantes de los mandamases o gerifaltes incluso hasta es posible que golfantes quién sabe) tan precisa, inteligente y hasta sutil, dadas las circunstancias, maravillosa y muy atrozmente (para el que lo ve, al ponerse muy mínimamente en la piel de los que sufrieron tales tropelías) narra este documental al que hay que agradecer su valentía y claridad, además de obviamente a las víctimas por su lucha y a todos los que aquí participaron o dieron testimonio e información veraz, y hasta, por decirlo todo, a TVE por reproducirlo aunque sea a unas horas y un día que hará que no sea precisamente el líder de audiencia, pero bueno, mucho menos es nada.
Este documento debería convalidar una carrera universitaria española, el alumno aprendería mucho más de su patria (y ya de paso, del mundo) estudiando esta obra que escuchando millones de horas a sus profesores, le arrienda la ganancia. A los jueces, periodistas, abogados, políticos y demás alta prestigiosa ralea, también al resto de profesionales, les deberían dar cursos especializados en los que se analizara este coso, a fondo, es decir, cursos con perspectiva de género (humano) y ya veríamos lo instruidos y contentos que saldrían todos, y todas, y hasta todes, de ello.