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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
6
Drama Después de un encuentro sexual con una mujer casada en un callejón en Mánchester que se convierte en una violación, Johnny Fletcher (David Thewlis) roba un coche y huye de su ciudad natal a Londres para buscar refugio en la casa de su ex novia, Louise (Lesley Sharp). Johnny es un hombre inteligente, educado y elocuente, pero con una profunda amargura y un pesimismo vital que siempre le mantiene al límite de una conducta sádica. En ... [+]
25 de abril de 2016
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy interesante, muy ambiciosa y muy irregular, esta película del proteico Leigh es grande en cuanto a miserias y pretensión.
Resulta difícil hincarle el diente o tratar de desmenuzarla en sus muchos desvíos y desvaríos. Quizás...
Es la historia (empieza, la cámara se acerca, y acaba, la cámara se aleja, con él) de un vagabundo, mezcla de (Groucho Marx, Rimbaud y Torrente) poeta maldito, filósofo callejero y parásito, pelele e intelectual, gorrón y humanista. Ángel caído en el infierno londinense, tocado, herido de muerte, sin fe ni esperanza, un superviviente de la nada y un fracasado; lúcido e ingenioso en su desolación y derrota, se odia y se autodestruye; huida hacia delante, hacia ninguna parte.
Y tenemos a su némesis, el nihilista triunfador, el yuppie psicópata, una especie de Patrick Bateman inglés, o su hermano aguado y ridículo. El representante de un éxito económico ciego, obtuso y sin horizonte. Violento, necio y egoísta.
Y por el medio nos damos de bruces con varios personajes muy curiosos. Los que se encuentra Thewlis (muy bien) por la calle. El "del tiro al plato", el guarda de seguridad (gran personaje: inocente, reprimido y voluntarioso en su gran mediocridad), la borracha bailarina y la cocinera llorosa y amante de las judías.
Saturada de diálogos (muy) brillantes y abundantes reflexiones sobre todo (el sentido de la vida, el tiempo, la evolución de la especie, Dios, el mal, los muros, la conciencia universal, la ameba, la rana, el mono... ).
Y con una casa encantada, como la de Psicosis, en la que viven dos damas abandonadas, también juego de opuestos, la marginal porrera parada y la mucho más responsable, trabajadora y equilibrada. La tercera, la enfermera, sería una vuelta de tuerca neurótica, graciosa y mozambiqueña.
Obra pedante y deslumbrante en su sordidez y en el retrato de unos tiempos (fin de siglo) y una ciudad terribles. Seres tristes y solitarios incapaces de comunicarse y ayudarse.
Escalpelo feroz, cierto humor y mucha habilidad para crear grandes personajes. Tal vez falle en su exagerada, e innecesaria por momentos, exhibición de ocurrencias morrocotudas y frases inteligentes (se nota demasiado al escritor susurrando al oído de los actores, Leigh mediante, como aciago demiurgo).
También está descompensada, es algo caótica y hay ciertas reacciones bastante confusas o inexplicables. Lo mismo que resulta ridículo el nefando casero.
Pero aun con sus baches y desmesuras evidentes, es una película que se la juega de verdad, arriesgada a muerte, de las pocas que trata de nombrar lo inefable, de dar forma a sensaciones abstractas o sentimientos oscuros a través de una narración poderosa, fúnebre y de un realismo agónico, ribeteada por un romanticismo terminal y desesperado.
Coyuntural y atemporal a la vez. Rica, compleja y desmadrada.
No es recomendable para meapilas, espíritus sensibles o gente de bien de gran sensatez y mucho saber, mejor para malotes con ínfulas o chavalotes emergentes que rompen la ola y se creen/sienten raros y especiales, algo no cuadra, la mosca detrás de la oreja.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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