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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
4
Comedia. Drama Christine (Saoirse Ronan), que se hace llamar "Lady Bird", es una adolescente de Sacramento en su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, trata de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf). (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Mucho spoiler)
Película que comienza como un tierno lechoncito, dulce e ingenuo, que se abre a la vida con toda la esperanza del mundo y la fuerza balbuciente de sus primeros años y que según pasan los minutos se va maleando, estropeando, perdiendo su originalidad inicial en favor de terrenos más cercanos, en aras del tópico, la obviedad y el camino más transitado.
Con reminiscencias de "Juno", chica joven de lengua afilada que observa el mundo con candidez, escepticismo y gracia, su deriva acaba estabulada según varias ideas madre de la cultura norteamericana:
- Aventura iniciática teen en instituto de prospectos mostrencos en el que la lucha de clases marxista es el pan nuestro de cada día y la protagonista se comporta como una trepa que quiere abandonar su casilla perdedora para escapar a otros lugares de más respeto y aprecio. Lo hemos visto muchas veces, normalmente con chico de protagonista, con Patrick Dempsey por ejemplo.
Con amiga gorda (demasiado, no era necesario el excesivo contraste entre una y otra como señal en fosforito que marque las diferencias entre ellas y su categoría de encantadoras perdedoras) y novio gay (otro, se supone, perdedor, al no reconocer su problemática, en ese entorno cristiano, condición; un asunto que es presentado de manera atropellada y no muy creíble, no que lo pudiera ser, que sí, sino cómo se descubre, de forma tan tosca como ridícula, nada sutil).
Con padre en paro y madre sufrida y un tanto crispada. Con casa pobre y barrio al este del edén.
Traicionará sus orígenes para asaltar los cielos de la amiga pija y vulgar y conseguir echarse un novio molón, decadente, aparente.
Aprenderá la lección moral. Volverá a su verdadero lugar. Con su amiga gorda y todo lo demás.
- Sobreexplicación de los problemas que quedan aclarados y manoseados desde todos los puntos de vista posibles que casi siempre son el mismo. Dichos y redichos hasta el infinito. Claros y meridianos. Que es una desclasada que no se adapta. Que tiene una relación de amor-odio con la madre que constantemente la amarga (lucha de gatas entre dos mujeres que son iguales y se quieren y reflejan; competencia, tensión, rechazo y ayuda, muchos sentimientos y fuerzas en contradicción y lucha, concretamente la rabia que siente la madre al observar cómo su hija desprecia su mundo, el de sus padres con todo lo que ello representa, y que por eso quiere dejarla y no saber nada de ella). Que su padre es un buenazo que no sirve para nada (¿no os recuerda esa estructura familiar, aunque sin el histerismo de aquella obra de Ray, y sin su lirismo esteticista atormentado tampoco, a la de "Rebelde sin causa"?, ¿no podría ser ella también una rebelde sin motivo? Aquí el hermano es un personaje de relleno, no como aquel putativo Sal Mineo, que casi más suena a cuota progre por el elemento hispano, se supone, adoptado). Que es virgen y le pesa. Que es una lanzada y una contestona y lo paga. Que es una bocazas y mete la pata. Iconoclasta e irreverente. Que se quiere ir de casa. Dejar atrás la pacata escuela y el estrecho Sacramento.
- Sensiblería. No se pueden ahorrar, una vez más en producción norteamericana, los cientos de te quieros a bocajarro y los buenos sentimientos que a todos les invaden e inundan aunque no les apetezca ya que se les sale el corazón por la boca y no les cabe en el pecho. Yo te quiero, tú me quieres, nosotros nos queremos. Y, por supuesto, la hija y la madre se aman a muerte y en silencio, pese a todo. De ahí el recurso lastimero de la carta a última hora y la imagen de la madre con lágrimas en los ojos volviendo a todo correr al aeropuerto en busca de la hija que ya se ha ido.
- Muchos sucesos, todo el rato de aquí para allá, metidos a la fuerza. Mil y un cosas, personajes, conflictos, grandes emociones, temas, despertares, sensaciones, conmociones, sexos, religiones... en hora y media. El "horror vacui" del cine USA, el pánico ante los posibles silencios (se ve en la primera escena: cómo no pueden estar calladas y nada más, es superior a sus fuerzas, por mucho que hagan propósito de enmienda), a la pura contemplación, al paso del tiempo, a los momentos sin significado, a la falta de sentido, a la mirada al vuelo. No, cada fotograma, plano o segundo tiene que decir algo, mostrar una enseñanza, estimular una reacción, excitar una emoción, darnos una moraleja, algo, lo que sea. La cultura USA como manufactura industrial, al mogollón, en la que lo que prima es la cantidad, que el público quede lleno, ahíto, satisfecho, que no tenga ni siquiera un instante para reflexionar sobre lo visto, que solo consuma, trague, aturdido, invadido, mareado, confundido y extasiado ante un espectáculo vacío. Miedo al pensamiento, al cuestionamiento, a la observación sin aditamentos. Burger Mac.
- El Instituto como paso previo a la Universidad. La Universidad como línea que marca de forma inexorable la brusca barrera, frontera o distancia insoslayables entre el posible triunfo vital y el seguro fracaso (si no vas). En este caso la novedad interesante consiste en que es católico.
- El buenismo. Todo el mundo es bueno aunque lo disimule o se despiste o no mucho lo parezca. Hasta los más malos.
- Este-Oeste. Nueva York como meca de la sofisticación, de la civilización, de la superación, la libertad y la oportunidad. El Oeste o el lugar tranquilo y apartado como zona de necios y sin ninguna posibilidad de avance o prosperidad.
Aunque quizás el tema esencial de esta película sea el proceso difícil, muy complicado, por el que pasa una persona para poder asimilar/aceptar su lugar en el mundo, su identidad, quién es, cuál es su sitio, de qué familia procede y es parte, especialmente vidrioso cuando esta chica de poca edad es ambiciosa y tramposa y, en cierto modo, se avergüenza de los suyos, de su lugar de nacimiento, hasta de su mismo nombre. Podría decirse que se odia a sí misma. Por eso se niega. Por eso miente. Por eso no puede parar quieta. Por eso es atrevida y temeraria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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