Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
4
6,9
653
Documental Documental sobre la vida y carrera del mítico cantante de ópera italiano Luciano Pavarotti (1935-2007), uno de los mejores tenores de todos los tiempos.
13 de enero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro pobre desgraciado, expoliado, arrasada el alma, atado, ball and chain, a la máquina eterna expendedora de dólares, a galeras a remar, a la familia, las amantes, los mánager, los representantes, todas las marcas, las mejores causas, las necias masas, todo ese tinglado o panoplia, tanta retahíla, con un comienzo en el mismo cielo, la bohème, para a partir de ahí, tras unos dignos y hermosos años, comenzar un descenso pronunciado, sin remisión, caída en picado, hasta el mismo infierno artístico, en progresión geométrica o dícese de recitales en la rural norteamérica, galas en los casinos como si fuera un vulgar Frank Sinatra o una pechugona Dolly Parton, retransmisiones de televisión, el horror, los tres tenores, vade retro, cuánto estropicio y/o desperfecto, conciertos benéficos, caímos muy bajo, que dios nos coja confesados, Lady Di, qué miedo, y ya en el último circulo del averno de Dante, lo más hondo del pozo, en las zonas abisales del océano donde no llega la luz y están pobladas de seres monstruosos que no tienen ni ojos, para qué, horror de horrores, rogándole, por qué, señor, nos mandas estas duras pruebas, a nada menos que a Bono, bueno, ni siquiera, a su criada italiana, este elemento pasaba descaradamente de él, no le cogía ni las llamadas, tanta afrenta, una canción, como si Mozart le hubiera suplicado una musical composición a Luis Cobos, igual, Jordan pidiéndole a José Antonio Montero que le enseñe a bailar el charlestón y, claro, que se nos muere de pena y un poco de vergüenza, no puede levantar ya la cabeza.
Y al documental le pasa igual, que comienza más o menos informativo e interesante hasta que se va enredando con las queridas, qué pelmas (casualmente las dos que aquí aparecen, imaginad el número real, las más, digamos, ejem, oficiales son o más o mucho más jóvenes que él, esos grandes amores que surgen en las mejores ocasiones, siempre te sorprenden, cuando menos te lo esperas, a ciegas, cupido y su magna tarea, nos gustan grandes y gordos, los hombres, claro), y ya desbarrancamos completamente con la segunda o más última y el tedio se hace el amo del cotarro, a quién le pueden interesar las banalidades más o menos emocionantes o terribles que ella cuenta con casi todo lujo de detalles*.
Imposible intuir o rescatar o comprender, no se rasga ningún velo, se hace más tupido y denso si cabe, algo verdadero o humano de semejante personaje más allá de la simpática fachada de italiano campechano y pícaro, de un hombre incapaz de decir no, demasiado ambicioso económicamente y, según se ve, las abundantes carnes, por ejemplo, le delatan, saltan a la vista, con muy poco control sobre sus instintos más primarios, esclavo de las más básicas pasiones que queda mucho más fino.
Y sí, cantaba como zeus, gloria en la tierra, alabado sea el señor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow