Es muy rica esta música, abarca mucho rango, desde el bolero, por partir de algo cercano, clásico sentimental y cerrado y perfecto y sencillo en la forma a otro tipo de canciones de estructura más abierta y de cadencia repetitiva que va sin cesar creciendo, de deriva más "jazzística", variaciones sobre un mismo tema, que se postulan hacia el infinito y más allá, esa es, de hecho, una de sus posibles características, que puedan no tener fin estas abismales populares composiciones como muy por ejemplo le pasa a la más famosa de todas ellas, Chan Chan, que podría estar tocándose hasta el fin de la historia, en bucle, es decir, que juegan con el tiempo como un niño feliz con su juguete, lo adensan, lo estiran, lo recrean o renuevan, lo serenan, pervierten, alteran, sabotean, desmitifican, aletean y, con él, la realidad entera, toda la creación del buen mal señor, hasta al mismo Dios le llaman la atención con su son zumbón, se ríen, con todo el cariño del mundo, en sus barbas o cara, de su chapuza creativa tan tristemente divertida y viceversa, y además tienden a la comunidad, a ser compartidas o tocadas estas músicas o composiciones por muchos, bailadas, cantadas por todos (como en ese precioso momento en el que la gran Omara Portuondo que sigue todavía vivita y coleando pasea por la calle y se pone a cantar con una vecina anónima que por allí anda o de la casi nada aparece), y tienen el sentido del humor más guasón picarón, es difícil aquí separar lo erótico, el deseo, del requiebro, del cachondeo, lo sensual es hermano de la broma, los sentidos celebrados a través del movimiento perpetuo sonoro, orgía vibrada o vibrante, esa metáfora de lo otro o único, el ritmo acompasado ávido, dulce, sediento, suave, ambiguo, pleno, mientras que las primeras son más trágicas o serias, hasta fatalistas, de la romántica desgracia ungidas, y son de origen humilde ambas, del pueblo, de la calle, del campo, guajiro, de la felicidad y el dolor de toda la gente surgen como las plantas o los colores.
¿Cómo no nos va a gustar? ¿Cómo no la vamos a gozar a todo dar, papá?
A más viejo, más pellejo y mejor si cabe músico.
Podrían haber presentado a cada uno como en una película de Leone, como en el bueno, el feo y el malo.
Son muy superiores a los vengadores de la marvel, no hay color ni punto de comparación, estos sí que pueden salvar el mundo para variar.