Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
7
Drama Setsuko se siente desgraciada al lado de su marido, un ingeniero alcohólico y sin trabajo. Ella estuvo siempre enamorada de Hiroshi, aunque nunca llegaron a prometerse, porque él emigró a Francia. Ahora, que ha regresado a Japón, la hermana de Setsuko intenta unirlos de nuevo. El único problema es que ella también está secretamente enamorada de él. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Saca la lengua... a la vida, a la muerte, a todo, la niña.
Como si a Dostoievski lo hubieran metido en un congelador a charlar con Rohmer. Pasiones hieráticas en un mundo de códigos firmes que se están desmoronando.
Como si anticiparan a Murakami, regentando un bar de jazz visitado por perdedores en un Japón incrustado entre el pasado y el futuro, arrebatado por una modernidad doliente, cosmopolita, vendible, contaminado por un occidente nada inocente, soñado, deseado, dudoso.
El eterno y famoso conflicto/choque/colisión del Japón posterior a la segunda guerra mundial entre las viejas tradiciones y los nuevos tiempos, esa fractura que hace temblar a estos personajes tan humanos, frágiles y bien elegidos.
Tres hombre y tres mujeres.
(Spoiler)
El padre moribundo que recorre la historia como un río subterráneo que da un fondo fúnebre, esencial, elevado a esta película tan delicada, jocunda y bella. Esa enfermedad terminal que en la mayoría de las películas que hoy (y antes también, aunque menos) nos asolan sería el único tema posible, pasto de todo tipo de sensiblerías, discursos, lloros y horrores, y que aquí es despachada con una facilidad que admira, como si fuera algo banal, ordinario e inevitable; lo que prueba que hay un autor con personalidad y criterio, impermeable a groseras demagogias o necios sentimentalismos.
El marido perdido, de comportamiento atroz, pero tan bien explicado que a pesar de sus felonías le entiendes y hasta le perdonas en su colosal derrota, abismal fracaso que hace de un ser aparentemente bueno, inteligente y sensible un tipo acorralado que se revuelve malamente, de forma dolida y miserable, pero que siempre, hasta el final, mantiene una cierta dignidad que le redime de algún modo.
Y el hombre perfecto. Rico, bueno, guapo, listo y generoso. El terror de las nenas que aquí tiene, más o menos, a tres enamoradas bebiendo los vientos por él. De tan ideal, se nos va a romper. De tan príncipe de cuento se nos deshace entre las manos y se nos diluye como una mota de polvo en el viento.
Y las mujeres. Vaya mujeres. La fierecilla indomable, diablilla de constantes tramas y manejos, rebelde, impetuosa, maliciosa y de teatrales exhibiciones (maravillosas todas las escenas en las que la malvada chicuela teatraliza el diario de su hermana, en general todas las que protagonizan a solas ella, tan graciosa, ingeniosa y alegremente perversa, y el siempre sonriente, paciente y agradecido buen hombre). La abnegada, sacrificada y bondadosa hermana mayor entregada a las reglas y honores. Y la foránea agente de bolsa, femme fatale que aquí solo hace de comparsa, aparece de pascuas a ramos, y es un personaje bastante misterioso al que se echa de menos que tuviera una mayor participación en los hechos.
Hay un doble juego de espejos; entre las dos hermanas, la joven, más caprichosa, voluble y juguetona, muy graciosa, entregada a los cambios y nuevos modos (seguramente perecederos como le indica su hermana) frente a la mayor, más seria, responsable y fiel, menos alegre, anclada, agarrada a un pasado que considera siempre nuevo, a unas costumbres que son para ella todo el sentido; y entre los dos hombres, el marido como perdedor corrompido y un tanto fullero, y el otro, santo inocente que todo lo comprende y siempre lo mejor ofrece.
La película es deliciosa, sabiamente tenue, tierna, que a veces zigzaguea jocosamente y casi te pierdes; entre la comedia alegre y coqueta, el drama moral elegiaco, la conversación pistonuda y la hermosa observación de la vida, la muerte y el paso del tiempo. Sorprende por su minuciosidad imprevisible siempre, por su libertad narrativa y su sabia combinación de rigor y juego.
Como posible falla, si la tuviera, habría que señalar un cierto primitivismo esquemático en la explicación de algunas situaciones, en la resolución un poco abrupta y no muy bien explicada de ciertas escenas, y una dudosa a veces ordenación de ciertos hechos que quizás pequen de redundantes o innecesariamente extensos.
Pero gana por mucho lo bueno, la riqueza argumental, la inteligencia de la mirada, la observancia precisa del delicado alboroto de la vida en su trascurrir ignoto, indeterminado, caóticamente hermoso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow