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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
1
Drama. Thriller En 1973, el joven John Paul Getty III (Charlie Plummer) es secuestrado en las calles de Roma, y sus captores piden por él un rescate de 17 millones de dólares. A partir de ese momento su madre comenzará una desesperada lucha por conseguir que el abuelo del joven, el magnate del petróleo Jean Paul Getty (Christopher Plummer), uno de los hombres más ricos del mundo, pagase el rescate. Getty se niega a pagar un sólo céntimo por su nieto, ... [+]
3 de marzo de 2018
42 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirada en hechos reales. Se cumple el adagio irrevocable: a más realidad, menos verdad. Cualquier parecido con esa llamada realidad será borrado a la fuerza, con mano chapucera, sin dejar ni la apariencia.
Rocambolesca, grotesca historia que quiere pasar por solemne e importante y no ofrece más que (falta de) vergüenza y desastres al pasmado, cariacontecido, superado, arrasado espectador.
El comienzo despista. Su unción y afán de estilo, una grandilocuencia pop rimbombante y chula, te atrapan. Es solo un espejismo. Pronto se empezarán a suceder los disparates, las mentiras, las marrullerías, estupideces y banalidades. En cascada, suma monstruosa de errores y horrores de guion, de agujeros, idioteces y barbaridades en aluvión.
La posible reflexión podría apuntar a la idea abstracta de lo que supone ser inmensamente rico, un concepto que en este caso equivale a una infinita avaricia y enferma tacañería. A más dinero ganado, más miedo de perderlo. A mayor riqueza, menor generosidad. Y también cómo el dinero es un imán para rufianes de toda calaña y condición. O los ricos también lloran y se vuelven imposibles si les abandonas y no los cuidas ni te preocupas por ellos.
Dentro del contexto italiano de los años setenta con el auge de los movimientos terroristas de izquierda, en concreto las Brigadas Rojas, y el panorama mundial afectado por la crisis del petróleo de 1973. Ambas cuestiones tratadas de manera tan superficial y poco seria como el resto de la película.
Comienza la narración con la voz en off del chaval secuestrado, después de una serie de flashbacks que nos pretenden explicar, fugaz y espectacularmente, el origen de tanto dinero, un vástago, nieto de una dinastía millonaria, descendiente del hombre más rico del mundo.
Posteriormente, esa voz se diluirá, como todo lo demás, simple excusa para montar un show estupefaciente, altisonante y fullero.
Spoiler:
No sé ni por dónde empezar a desmenuzar (o lo que sea) tanto desafuero. Me pierdo. Me ahogo en mi propio vómito. Es como un océano de insondable felonía e incoherencia.
Vamos a ver. Por ejemplo:
- Nos dicen de repente que el padre del chaval se ha vuelto drogota y a correr.
- La madre, en un escena que es imposible creerse tal como está contada, nos la muestran como una heroína que tiene los ovarios bien puestos, deslenguada, valiente, con los valores más hermosos como estandarte, renuncia a un posible dinero (a ella solo le interesa lo espiritual), calderilla, y solo exige la custodia de los niños. Ay, qué maja.
- Le secuestran al hijo.
- Piden un rescate.
- El viejo no quiere soltar la pasta y llama, después de un rato largo (para qué prisas si solo está en juego una vida humana de nuestra propia familia), al Wahlberg hermoso para que resuelva el problema de manera económica y, ya de paso, ponga un poco de orden.
- Se hace cargo. Es un tipo grande, confiamos en Mark, siempre todo lo resuelve, es un gran héroe. En un parpadeo traerá al chico de vuelta, sano y salvo. Seguro.
- Vemos a los cutres secuestradores. No les llega el dinero.
Y de repente, un personaje, así como si nada, dice (si no escuché mal, que es posible, tengo el oído, la oreja dura) que está harto de vigilar, que llevan meses ahí.
¡¿Cómo?! ¡¿Meses?!
Si en la película parecían horas de té y tertulia futbolera en complejo hotelero en vacaciones paradisíacas.
Toda la policía italiana movilizada y el Wahlberg al mando (haciendo flexiones en los ratos libres, interesante dato). Y no vemos ni negociación, ni investigación, ni avance, ni retroceso, ni nada. Una espera calma que hay tiempo y ya si eso lo resolvemos.
Que el chaval nos había gastado una broma, que lo dicen las Brigadas Rojas. Venga. Es un bohemio y un cachondo. Es lo que tiene.
- Por fin encuentran la guarida de los malosos, pero ya no está. Lo han vendido a unos inversores (literalmente, no confundir con facinerosos o desgarramantas). Que ni idea tenemos de quiénes son. Pero zarrapastrosos y malvados como los anteriores. A lo grande. Peores todavía.
La policía y el Wahlberg siguen a lo suyo. Es decir, a la nada en cuerpo y alma. Y la madre santa con sus modelitos de entretiempo ahí continúa, temeraria, guapa, lista y maravillosa. A la espera que es cosa sana.
Pasa otro porrón de tiempo, quizás años luz (digo yo)... Y le cortan la oreja. Para que el espectador atónito disfrute un poco. El que no se divierte es porque no quiere. Dale alegría a mi cuerpo, Macarena, aaaaaaiii.
El viejo se enternece y paga. De aquella manera, desgravando, qué malo es el zorro canoso.
Los malos se escapan. Llega el helicóptero. Los buenos por fin lo rescatan de entre las sombras.
Ya está en casa. Sin oreja. Sin abuelo (se murió por fin el cabrón y les ha dejado todo el dinero) y sin padre, que sigue a lo suyo, sonado, a la droga mala.
Y al final dan mucho dinero a la sociedad, por caridad. Seguro, ya que ella es muy buena y generosa.
Inspirada en hechos reales. Nos vuelven a decir. Por si a alguien le habían surgido aviesas dudas al contemplar impertérrito lo mostrado. No. Todo fue así, tal cual, salvo alguna cosilla sin importancia.
Al grano. Puñaladas traperas que se suceden cada poco para hacer creer al espectador que va a pasar algo y... no. Tensión hitchcockiana la llaman los entendidos:
- Dicen que han encontrado el cadáver del chaval. No. Error. Era broma. Era otro. Un malo.
- El viejo necio ofrece por fin el dinero. Que no. Broma otra vez. Era para pagar un cuadro. ¿Que os habíais creído que hablábamos en serio? Ja.
- La madre recuerda (la tele que todo lo puede) al Minotauro millonario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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