Señor Dalí, estimado Buñuel (que no, buñuelo que eso es comida frita) tengo que ir a preguntarme ¿Qué se pretendía con todo esto? ¿Entretener? ¿Expresar una idea? Pues figúrese que aquí hablo desde la ignorancia como un joven con nociones básicas sobre letras, entendimiento rudimentario de cine e ignorante como un coco de pintura. Pero de Dalí logro entender un poco de su retorcida mente y hago un proyección hacia el buen Buñuel asumiendo que es patología compartida.

Entonces ustedes que leen esto y y se preguntan ¿Este ignorante a que viene a hablar? Pues creo que desde la ignorancia se tiene que partir para conocer algo así que desde ahí lo hago. Trató de ver esta película como simples imágenes ridículas, oníricas y estúpidas. Tan absurdas como ese sueño que vislumbras mientras te duermes en mitad de un examen. Si es eso, pues señores del subrealismo lo lograron, porque mi mente tras ver ese ojo cortado mandó al pepino cualquier cosa que se asemejara remotamente algo lógico y se dedico a trata de mantener mi encéfalo funcionando a pesar de lo que veía.

Por eso le dejo su 8 bien ganado señor Buñuel, pero si por el contrario usted pretendía dejar alguna metáfora, si esos bellos axilares realmente venían a algo. Déjeme decirle señor director, que usted es un soberano imbécil y que ojala es cadáver suyo se haya podrido rápido, de lo contrario, lo hizo bien.