Roger Corman, típico director de películas serie B, nos muestra este trabajo de interesante factura. Un médico obsesionado con explotar las potencialidades ocultas de la visión humana --de la cual solo ocupamos un 10 %-- quiere llegar más allá. La propuesta, fantástica en la época del rodaje puede tener sentido hoy en día. También quiero destacar la buena interpretación de Ray Milland en el papel de médico. Las locaciones, no son muchas, pero me gustó el segmento donde se ve el letrero caminero indicando Las Vegas y Salt Lake City, durante la huida. Interesante la casi hora y media de filme.