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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Drama Terminada la guerra civil china, la norteamericana Megan David (Barbara Stanwyck) llega a Shanghai para casarse con el misionero Robert Strike (Gavin Gordon), pero es secuestrada por el general Yen (Nils Asther). (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el 33 ni Capra era CAPRA, ni Stanwich era LA STANWICH, aunque ya tenían un curriculum formado, sobre todo Capra quien había descubierto a Barbara y trabajado con ella en otras dos películas. Parece ser que Capra deseaba urgentemente un reconocimiento artístico via Oscar y decidió con el beneplácito de la Columbia donde estaba dando buen rendimiento a nivel popular dar un salto "más artístico". El resultado fue la cinta que nos ocupa en base a la novela de Zaring Stone con claras reminiscencias de "The sheik" (George Melford / 1921) y que tuvo el honor de inaugurar el Radio City Hall, mega cine teatro paradigma de la gloria que un día tuvieron las salas de cine. Por contra fue un auténtico fracaso, su peor resultado con la Columbia junto con "Horizontes perdidos", que hizo que nos perdiéramos para la historia a un Capra más en la linea de Von Stemberg y nos quedásemos con el rey de las screwball (comedias excéntricas) con "Sucedió una noche" a la cabeza con la que al fin obtuvo Oscars y acceso al Olimpo.
"El té amargo del general Yen" (¿Qué es eso de las amarguras?) ha sido ninguneada y minusvalorada en la carrera de director y actriz injustamente. Probablemente porque fue prohibida en el imperio británico, porque los espectadores americanos no aceptaban que una blanca occidental culta, de buena familia y misionera para mas señas se enamorara rendidamente de un chino, "salvaje, déspota y cruel" y amarillo por si fuera poco.
Tampoco ayudó mucho las hipocresías de los caritativos misioneros que se dan la gran vida a base de ejercer la caridad con los huerfanitos, que la protagonista en cuestión estuviera a punto de casarse con un doctor como Dios manda y tuviera ensoñaciones (geniales) algo morbosas con el chino y que el representante estadounidense en el país oriental fuera una especie de economista mercenario sin escrúpulos. Esto último se agravó en los años 50. Y para remate al gobierno chino la película no le desagradaba. Asociaciones de mujeres protestaron enérgicamente. Ellas jamás sucumbirían al peligro amarillo. La Stanwyck fue la peor parada (dicción estridente dijo el New York Times) del trió protagonista. Se alabó el maquillaje del danes-sueco Nils Asther haciendo de chino y el oficio y profesionalidad del todo terreno Walter Connolly. Total que la cinta quedó más o menos enterrada aunque hoy día se la revaloriza en su justa medida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ELZIETE
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