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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Drama Mientras una serie de secuestros de niños tiene lugar en Montreal, Félix, de diez años, empieza a conocer el mundo adulto. Imaginativo y sensible, como muchos niños, Félix le tiene miedo a todo, como el posible divorcio de sus padres, que parecen atravesar una crisis; unos vecinos sospechosos, etc. Poco a poco, sus demonios imaginarios comienzan a reflejarse en el mundo verdaderamente inquietante que le rodea. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con retraso y escasa distribución nos llega una de las películas más interesantes estrenadas este año después de su periplo por varios festivales en los que ha ido cosechando buenas críticas y algunos premios. Enseguida uno empieza a olfatear que va a asistir a algo diferente y se reacomoda en la butaca. Esta mirada retrospectiva de Lesage, curtido como documentalista, sobre el laberinto que conforma la mente en la infancia, exorciza sus propios “demonios infantiles” y se empeña en hacerlo con una narrativa no convencional donde los movimientos de cámara se esfuerzan en sincronizarse con cómo se percibe el tiempo en esas edades. Asistimos generalmente en buena parte del metraje como “voyeures” a los acontecimientos que marcan ese periodo de la vida de Felix y cómo los procesa su mente, donde generalmente las incertidumbres y las angustias están presentes ante las claves de un presente confuso y un futuro incierto. No podemos por menos de sentirnos identificados.

La tensión existencial donde aflora la crueldad y el despertar sexual sin tapujos ni adornos dramáticos, se cimenta en el buen trabajo actoral tanto como en una utilización acertada y muy medida del espacio sonoro. Lesage ha declarado que una vez se pone a desarrollar la idea inicial es en el propio momento creativo donde va explorando las diferente posibilidades que este ofrece. Así, cuando el espectador empieza a relajarse, el giro narrativo nos deja sobrecogidos, surge el horror de verdad, los caminos se entrecruzan y las variantes y posibilidades reflexivas que propone se multiplican. Los demonios ficticios se convierten en reales y solo es cuestión del destino que nos topemos con ellos.

Por contra en el caos de la infancia, siempre aparecen esos momentos que nos mantuvieron a flote: los amigos, los hermanos, los juegos a los que agarrarse desesperadamente y seguir encontrando refugio antes de abandonarla, como en la imagen de papá y mamá que nos saludan cariñosos en una tarde de verano junto al lago.

Confiemos en que el siguiente trabajo del director canadiense no tarde tanto en llegar a nuestras pantallas.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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