Lawrence al cuadrado. Cuarta colaboración entre el director y la actriz después de tres "Juegos del hambre" que tantos réditos económicos ha dado y tan escasos artísticos. Los Lawrence siguen en la linea de cine comercial al uso. De best-seller cinematográfico sobre un best seller de papel del ex agente de la CIA Jason Matthews. El tema y el tratamiento sobre las "viudas negras" soviéticas adoctrinadas y preparadas para lo que haga falta con tal de salvar al mundo del capitalismo no es que sea muy original que digamos. No acabo de entender que se ponga en el haber de la cinta que no es una película de Bond o de Bourne. Son cosas distintas
.
Tras un preámbulo en su mayor parte perfectamente suprimible (metraje de más de dos horas) sobre los orígenes artísticos de la protagonista y su capacidad de mala leche cuando le tocan "el tutú", asistimos a una serie de tópicos (madre enferma, chantaje, adoctrinamiento) donde, menos en el caso de la madre se aprovecha para que Lawrence actriz luzca lencería y palmito. La parte del adoctrinamiento con una Charlotte Rampling que hace lo que puede en tan ridícula y forzada forma de contar hechos que tienen su base real, nos da la medida del tipo de película que estamos viendo.

Salen más actores interpretando a personajes con posibilidades, entre ellos Jeremy Irons, que como todos los demás es consciente de quien es la estrella y de que va la cosa. La intriga es un ir y venir en la que los avezados dirigentes rusos nunca caen en que el punto débil de esta bailarina reciclada es la madre y que todo lo demás lo aguanta como una machota mientras de paso luce pantorrilla. Al final todo estaba solucionado desde un principio porque además de guapa es más lista que el gato. Pues vale. Se ve y se olvida en menos que se trasiega un chupito de vodka. Lo malo es que es otra trilogía.

Jennifer Lawrence es una notable actriz joven ganadora de un inmerecido Oscar (a mi juicio) por su peor papel en las tres nominaciones que ha tenido y que merece otros directores y otros proyectos que se basen menos en su físico y más en su talento como interprete.

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