"National Geographic" se introduce en la ficción dramática. La formula son biopics sobre personalidades importantes a los que se les puede aplicar el calificativo de "Genios".  "National" distribuye y remite la realización a Fox 21 Televisión Studios. El primero ha sido Einstein y dado los buenos resultados de la miniserie de diez episodios le ha seguido Picasso.  Bienvenidos sean.

Cuenta en su haber con una producción notable capaz de transportarnos a los tiempos que narra y un cuidado y eficiente elenco de actores en los que hay que destacar a Samantha Collei como Mileva Maric, primera esposa de Einstein. Un personaje a la sombra del genio que merecía esta revisión aunque sea también en su estela. Tanto Jhonny Flynn como Geofrey Rush realizan un notable trabajo de composición encarnando al físico en su juventud y madurez, aunque sea la fama de Rush la que acapare las portadas.

Con evidente afán didáctico a pesar de la complejidad del campo físico matemático en que se mueven los logros de Einstein, la serie cumple su propósito de acercarnos al personaje y al hombre. Un Albert que pecó como casi todos los "genios" de ir a su bola con aquello que le apasionaba sin darse cuenta de los destrozos emocionales que iba dejando a su paso. Un egoísmo implícito que la serie trata de dulcificar, sin que por ello lo deje de poner en evidencia.

Un hombre adelantado a su tiempo, un espíritu libre en un siglo XX plagado de nacionalismos, guerras, convenciones sociales y religiosas, envidias académicas..., a las que era incapaz de someterse, También dudó del principio de incertidumbre de Heisenberg relacionado con la física subatómica y no consiguió unificar las leyes fundamentales de la física, algo en lo que todavía estamos empeñados. Y es que Einstein sobre todo fue el máximo exponente contemporáneo de la curiosidad humana, de que detrás de cada respuesta surgen como mínimo el doble de preguntas y que sin la imaginación no será posible contestarlas. 

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