Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
10
Comedia. Romance Durante una visita a Roma, Ana, la joven princesa de un pequeño país centroeuropeo, trata de eludir el protocolo y las obligaciones que implica, escapándose de palacio para visitar la ciudad de incógnito. Así conoce a Joe, un periodista americano que busca una exclusiva y finge desconocer la identidad de la princesa. La pareja vivirá unas jornadas inolvidables recorriendo la ciudad. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una maravilla que trasciende su género. Pero primero un poco de historia. En el 49 Capra se hace con el guión. Quiere renovar el éxito de “Sucedió una noche” (1934). Problemas financieros de su propia productora Liberty Film hacen que venda los derechos a Paramount. Al descubrir que el guión esta firmado por Dalton Trumbo incluido en la lista negra de actividades antiamericanas y el escaso presupuesto para realizarla, abandona el proyecto. Cary Grant y Elizabeth Taylor hubieran sido los elegidos para protagonizarla.

Wyller, uno de los mejores narradores de la historia del cine a mi juicio, que ya contaba con dos Oscar como mejor director y un puñado de títulos inolvidables (y los que quedaban por llegar), tenía algunos buenos motivos para encargarse del proyecto. A saber: quería hacer una comedia, quería largarse a rodar a Europa para cuadrar sus cuentas fiscales y alejarse de la marea negra conspiratoria del senador McCarthy a la que él se había opuesto y ya de paso rodar un guión de uno de los señalados en las listas negras aunque tuvieran que aceptar que Trumbo lo hiciera por interposición de su amigo Ian McEllan Hunter, que se llevó el Oscar al mejor guión. La pasta que conllevaba se la pasó a Trumbo pero se quedó con la estatuilla. Como, ya en el 93, el hijo de McEllan no quiso devolverla la Academia le dio otro a la familia del ya fallecido Trumbo. Dos Oscar para un mismo guión.

Wyller convenció a la Paramount a costa de reducir el presupuesto, buscar una protagonista nueva (Wyller quería a Jean Simmons) de menor caché y rodar en blanco y negro. Dice la leyenda que esto último fue deliberado para que la luz de la ciudad eterna y su bullicio multicolor no robara protagonismo a sus protagonistas.

Gregory Peck era la estrella. Le apetecía probarse en comedia. Así que el casting fue a dar con una jovencita Belga de 23 años algo envarada en la prueba inicial (al terminar esta Willer siguió grabándola sin que lo supiera Hepburn, descubriendo asi todo su potencial), que estaba triunfando en el teatro con “Gigi” y que había aparecido fugazmente en algunas películas inglesas. Este era su primer protagonista y el comienzo de su leyenda. Peck se dio cuenta enseguida, pronosticó el Oscar que se llevaría y propuso que el nombre de Hepburn igualará al suyo en la cartelería. No se equivocó.

La película. ¿Como un cuento de princesas aparentemente ñoño y con una Roma de postal, pudo ser escrito por un izquierdista como Trumbo e interesar a Wyller?. Pues porque esta sencilla y vitalista historia lleva implícita una carga agridulce sobre la vida y la sociedad magistralmente planteada por Trumbo y rodada por Wyller. Las capas de la película te pueden enganchar por muchos lados. Desde la emotiva historia de amor, lo divertido de sus situaciones, la maravilla de Roma, la química entre los protagonistas o la sola presencia de Audrey Hepburn de la que es imposible no enamorarse. Ayudó también y mucho que por esa época la princesa Margarita de Gran Bretaña estuviera en el candelero a resultas de su historia de amor imposible con Peter Townsend el ayudante de su padre el Rey Jorge VI y héroe de guerra.

Pero subyacente a todo ello está la historia de un hombre y una mujer que les gustaría que su vida, que el mundo en definitiva fuera de otra manera, que la burocracia encorsetada de los poderosos, preñada de palabras huecas y hechos para la galería alejados de la vida real de la calle tuviera realmente poder para transformar la sociedad y abandonar sus privilegios caducos, que la opinión libre y la búsqueda de la verdad por aquellos que se dedican a escribir sobre los hechos e influir en la opinión pública no estuviera corrompida y viciada por el sensacionalismo, el amarillismo y todo tipo de intereses que manipulan dicha realidad a su antojo. Ese hombre y esa mujer se encuentran en un sueño imposible, en un cuento donde escapar de todo lo anterior en lo que se encuentran involucrados y disfrutar de la vida basada únicamente en el amor y la amistad. Una utopía que dura hasta las 12 de la noche cuando las calabazas se convierten en carroza o viceversa y como en el cine las ilusiones se desvanecen al encender la luz. La realidad es otra cosa. Por eso ese imborrable final que entronca con el de “El tercer hombre” de Welles aunque la técnica sea diferente, en el que a pesar de todo, también como ocurre con el cine algo se quede prendado para siempre, enganchado en el alma para los que quieran seguir creyendo con fe ciega que todo es posible.

Todo el mundo debería tener derecho a sus vacaciones en Roma.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow