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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
6
Drama Después de un prólogo documental sobre las costumbres del alacrán, unos bandidos descubren a un grupo de arzobispos orando en un acantilado. La fundación de la Imperial Roma, celebrada en el sitio donde oraban los clérigos, se ve interrumpida por los lances amorosos de una pareja que es separada. El hombre es conducido a prisión pero logra escapar y se refugia en casa de su amada. Durante una fiesta, la pareja intenta consumar su pasión ... [+]
28 de enero de 2015
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Cuando el de Calanda acaba de ser admitido como miembro destacado en el movimiento surrealista de París gracias a su éxito de "Un perro andaluz" el año anterior y para mas inri, cuando no esperaba seguir haciendo cine dado su carencia de dinero para producir, le viene "Dios a ver" en formato de los vizcondes de Noailles y le sueltan la pasta necesaria con la condición de que haga lo que le de la gana. Buñuel ya tiene treinta tacos y se debió decir: ahora o nunca.
Así que les hizo caso y siguiendo los cánones surrealistas y de la mano otra vez de Dalí, cuya influencia en el guión varía según quien cuente la historia, a pesar de que dejaran de colaborar por estas fechas dado que Dalí estaba siendo "abducido" por Gala.
El resultado es una cinta que duró cinco días, hasta que unos descerebrados de extrema derecha atacaron el cine donde se exhibía y el gobierno francés dijo: "Elle se est terminée". La cosa no le debió caer bien a nadie, excepto a los surrealistas, y el cerrojazo fue por medio siglo, aunque en España se estrenó con la II República en el 32.
Visionarla ahora, en general, es un coñazo. Su principal objetivo de molestar a todo dios, ya no puede funcionar. Aunque se sigan molestando aún algunos. Y al final la cosa queda como un ejercicio de libertad creativa inusual, con avances precursores en la forma y el fondo, sobre todo con el sonido, amén de un documento histórico de los postulados surrealistas de hace casi un siglo llevados al nuevo arte cinematográfico. Que no es poco. Por lo demás, si uno se documenta un poco antes de su visionado la comprenderá mejor y disfrutará o no de la declaración poética rebelde de un joven de treinta años, cuyo descaro fílmico pervive en algunos pocos realizadores y ha influido en muchos más, aunque las tragaderas de los poderes contra los que "disparaba" Buñuel ya ni siquiera necesitan censurar. Todo pasa y todo queda.
ELZIETE
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