División de opiniones de la crítica, generalmente sin término medio, sobre el último trabajo del más que interesante director francés Olivier Assayas. Se llevó la mejor dirección por él en Cannes en un premio ex aequo a mi juicio con olor a chauvinismo.
Puestos a fantasear y a tenor de lo visto da la sensación  como de que Assayas tenía que cumplir un compromiso con Kristen Stewart por su papel secundario en la estupenda "Viaje a Sils Maria" (2014) dándole un protagonista absoluto. O bien la necesidad de desarrollar de alguna forma el personaje que en dicha cinta jugaba Stewart con notable acierto. En cualquiera de los dos casos soy de los que piensan que el resultado apunta pero no acierta y acaba siendo fallido.
En el primer supuesto la omnipresencia de Stewart en la pantalla con su proverbial languidez termina por ser cansino y excesivo aún reconociendo que la actriz no esta nada mal. Y en el segundo caso tanto el personaje como la trama con su mezcla de géneros no terminan de centrarse ni desarrollar las posibilidades que en los primeros minutos de metraje se intuyen. Además Assayas hace trampas con su propio guión en una ambigüedad calculada que no cuadra con lo declarado por el propio director al explicar lo que realmente ocurre con el personaje. Personaje por otro lado poco creíble como personal shopper de una modelo famosa, medium para más señas que espera una comunicación con su hermano fallecido como puro trámite en la que no cree demasiado mientras que se ve envuelta en un conflicto metido con calzador. Tampoco queda muy claro si la "transgresión" de probarse y utilizar la ropa que compra para su jefa, se debe a algún trauma insatisfecho o a puro y duro lucimiento del palmito de Kristin para compensarla por ese otro look a base de jerseys y peinados nada sofisticados.

Consigue con todo el director algunas escenas inquietantes y dejar un cierto estilo en el desarrollo general de la mezcla de géneros. Por otro lado nos tortura con unas interminables tomas de un móvil en el que se desarrolla un diálogo que por mucho que sea muy real y actual colma la paciencia al estar tan mal solucionado.
Decir que el meollo de la cuestión se encuentra entre el antagonismo y contraste entre el mundo espiritual y el material es querer justificar a un director que no lo necesita. Hay que reconocer los errores.

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