Cine de animación europeo que hunde sus raices en la tradición de los libros de cómic franco-belgas de innegable prestigio en múltiples géneros. Una alternativa "de autor" a la maquinaria de estilo clónico que imponen los USA sin que por ello reste méritos a sus reconocidos logros.

En 2015 el director y animador francés Rémi Chaye ya nos trasladó con otra historia gozosa de aventuras al San Petesburgo de 1882 y de ahí a las tierras del norte con "El techo del mundo". Otra mujer fuerte estaba a la cabeza en un claro mensaje feminista. La paleta de colores que utiliza Chaye con belleza y sentido dramático era la antítesis de la que se impone en las grandes llanuras donde transcurre, esta historia de ecos fordianos sobre la inventada infancia de Martha Jane Canary-Burke (1852-1902), más conocida como Calamity Jane. Fantasia que probablement fuera del agrado de la propia Calamity propensa a invertar historias sobre su vida, pero que en cualquier caso recoge la esencia del personaje como pionera del empoderamiento femenino en sociedades machistas y patriarcales.

Una vez más el western sirve de soporte para contar mágnificas historias, generalmente de superación. Está lo es.

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