Hay que reconocerle al menos medio punto a este sucedáneo y esperpéntico Breaking Bad latino que Therón se encarga de trasladar  desde la cinta original italiana dirigida por Sidney Sibilia en el 2014 a los usos y maneras patrios. Un elenco entregado, tanto protagonistas como secundarios bien elegidos hacen digestible y por momentos divertido este disparatado entretenimiento. Me quedo en particular con la fuerza y la presencia que imprime Cristina Castaño a su personaje y con un Ernesto Alterio que últimamente está sembrao en cada uno de los secundarios que de forma camaleonica interpreta. Therón le ha cogido el gustillo a esto de los remakes de comedias italianas y ya tiene otro preparado para el próximo año.

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