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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
5
Intriga. Thriller Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes ... [+]
25 de febrero de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alfredson me dejo pasmado con la excelente "Déjame entrar". Lo ha vuelto a conseguir. En sentido contrario por supuesto. Cuando uno tiene el valor suficiente para abordar un rompecabezas tan complejo como la novela de Le Carre (por mucho que el propio autor te haya dado carta blanca), no puedes unir las piezas como te venga en gana, forzando su encaje y desfigurando el conjunto. Por muy compleja que sea la trama, que los es, ¿nos toma por tontos Alfredson y sus guionistas?. Lo bueno, sustancialmente, de las novelas de espionaje es que la madeja se va desenredando y nos exige estar atentos a todos los nudos que se van deshaciendo y más en esta que como tosas ya te has perdido en un laberinto. No le perdono a Alfredson y cia, que me escamotee el desenredo de cada uno de los nudos o incluso los mismos nudos. Uno estaba animado ante el crédito ganado por el director en su trabajo anterior, la novela por supuesto y sobre todo un reparto que quita el hipo. Parafraseando a Churchil, que algo sabía de espías, "nunca tantos (buenos actores) se desaprovecharon con tan poco". La dirección artística y la magnifica BSO de Iglesias consigue recrear la atmósfera de la guerra fría en los 70 y quizás ayude y mucho a la desolación de las almas de estos "funcionarios grises" cuya simple y a la vez enrevesada psicología digna de un tomo de 500 páginas no se soluciona con un ritmo cansino y caras de poker. Se da la paradoja que parece que Alfredson deja de lado la trama para centrarse en estos hombres pero no tiene tiempo para pararse en ellos porque los minutos se los come la trama sin que al final nos quedemos satisfechos con ninguno de los dos. Por no hablar de la verosimilitud.... no me puedo creer que cuando el boss del espionaje britanico desaparece del juego su domicilio no sea inmediatamente "limpiado". Smiley contacta con el agente supuestamente desaparecido por arte de Houdini. Los minutos dedicados a la entrevista con el agente de guardia son ¿para?. ¿Los sistemas de control y seguridad en los archivos de la central de inteligencia eran tan cutres?. Smiley descubre el nudo gordiano gracias a....(si alguien lo descubre que me lo cuente). El contraespionaje es acojonante, los agentes salen y entran de los países y no se entera ni Dios. Una vez atrapado al topo que lleva décadas pasando información confidencial lo "custodian" en una !jaula al aire libre!... en fin parece que Alfredson y sus guionistas han hecho en definitiva lo mismo que el personaje de Control (que grande John Hurt): coger una vieja canción infantil (Calderero, sastre, soldado, espía) y suprimir aquellas palabras que no le convenían a su rima. En última instancia me alegro que me hayan incitado a comprar el libro que es lo que el inteligente Smiley de Le Carre, sabía que ocurriría si dejaba el Control en otras manos.
ELZIETE
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