Thomas McCarthy, guionista y director, espacia sus trabajos bastante, lamentablemente. O quizá por eso cada vez nos regala películas inolvidables. Station Agent y en el 2007 The visitor, que no se porque razón no vi en su momento y acabo de disfrutarla. La elegancia de sus puestas en escena, el ritmo constante y fluido de sus magníficos guiones y sobre todo y por encima de todo los personajes que crea, cargados de una humanidad que nos acompaña durante mucho tiempo fuera de la pantalla. El gran Richard Jenkins se hace aún mas grande si cabe, por si alguien aún no le conocía. Merecía el Oscar al que fue nominado. Una historia sobre personas que no entienden de fronteras, cuyo lugar en el mundo es aquel donde encuentran amor y amistad o simplemente trabajo. Una historia de personas que cargan con fronteras interiores que no se atreven a traspasar. Una historia que invita a levantar las barreras que creamos en base al miedo que nos venden aquellos que necesitan que siga habiendo fronteras para su beneficio personal.