Como buen fan de Depp, Baron Cohen y (un poco menos) de Tim Burton, no podía perderme esta película. Y tan encumbrada la tenía la crítica que era casi una apuesta segura, iba a disfrutar si o si.
Pues no, ¡que aburrimiento!. Fallos de guión incomprensibles, un personaje (Baron Cohen) desaprovechado totalmente, una Bonham Carter insoportable con ese aspecto de difunta permanente, un exceso de decorado digital que provoca el hartazgo, y una musica... ¡que música!. Hablemos de la música.
¿Alguien podría recordar dos estrofas de alguna de las insoportables canciones (si se las puede llamar así) que martillean a cada instante?. Son de una mediocridad que raya lo inframental, ¿y esto es un éxito en Broadway?, como esta en nivel oiga.
A un músical se le pide algo de inspiración, para escuchar esas melodías tengo un vecino que lo clava desde la ducha.
Salva la película el empeño de Depp, sobrar, sobra de todo, sangre, canciones, decorados...
vamos, que perfectamente sería un cortometraje decente despues de meter tijera.
Obra maestra dicen algunos por ahí, lo dicho, si te haces el paladar a bazofias, cualquier cosa te parece obra maestra.