Orgullo, decepción y antagonismo marcan la segunda parte de la pelicula, en la que ella intenta destruirle o al menos hacerle consciente de lo ruin de sus propósitos, o en el mejor de los casos, de su cobardía al no perseverar en la magia creada. Oscar Wilde decía que los errores que cometemos, por desgracia alguien tiene que pagarlos. No por ser una obviedad es menos cierto. Ella paga con su vida la cobardía que está en el fondo del débil personaje del que cree haberse enamorado