El contenido de este film es una historia sencilla pero muy bien detallada. Arrugas es una de esas pequeñas dosis de realidad que vienen bien en el día a día. No es muy melancólica ni peca de filantrópica. Muestra una realidad dura de forma precisa.
El hilo del largometraje gira en torno a la lucha entre la realidad y la autocompasión para evitar enfrentarse a ella. Cualquier camino antes de aceptar las desgracias que rodean al geriátrico.
En cuanto a la forma, a optado por una animación realista. En mi opinión no llega al nivel de películas de Sylvain Chomet cómo L’Illusionniste pero tampoco tiene nada caricaturesco como en Bienvenidos a Belleville del mismo director.