En el ámbito del cine de acción y de venganza, esta película muestra como sería realmente realizar tal acto de venganza. Que tengas motivos por los que vengarte no te hace asesino al instante y no todo te va a salir bien. La película tiene su gran toque indie pero también ciertos toques de directores más comerciales a la hora de las escenas de acción o de el encuentro entre "malos" y "buenos". El doblaje al español deja mucho que desear y eso que hay poco diálogo en si, pero eso no es culpa de la película como tal. Se hace visible el simbolismo del color azul a lo largo de la película, por lo cual podemos pensar que a este director le gusta utilizar los colores según el fondo central que tenga la historia y más teniendo en cuenta que su siguiente película fue "Green Room". Macon Blair es uno de esos actores que trabaja para el mismo director, ya sea como protagonista o como personaje secundario pero realmente tiene bastante talento actuando. No se profundiza en ningún aspecto innecesario, la película empieza donde tiene que empezar sin retomar ningún suceso anterior ocurrido fuera del argumento y acaba cuando debe de acabar.