Es una de esas película que se hacen contando con un presupuesto gigantesco cuya única finalidad es divertir al espectador. Esta claro que eso lo consigue, y más teniendo en cuenta a sus tres protagonistas principales, Johnson está acostumbrado a hacer este tipo de películas, Gadot siempre es un honor verla y Reynolds es una mezcla de las dos definiciones anteriores.

La película cuenta con una historia tonta, con esos giros de guion que te esperes o no te esperes, no te va a sorprender porque en este tipo de película es habitual verlos. La sucesión de la historia es lo que uno puede imaginar pero llevado en paisajes distintos y con cierta comedia negra que te saca alguna sonrisilla.

Pero al final, es lo que digo en el título de la crítica, es una película hecha para hacer pasar un buen rato al espectador, pero este en cosa de día y medio se ha olvidado de esta película, No deja huella ni es trascedental, simplemente es un agradable viaje efímero.