Rompe Ralph es, aparentemente, una historia muy original aunque en el fondo se podría considerar un versión moderna de Toy Story, ya que aquí los personajes de los juegos también cambian cuando las personas no miran.

El argumento de primeras parece muy simple, pero en seguida se desarrolla una segunda historia complementaria que mejora con creces la película. Ésta te mantiene con una sonrisa constante durante toda la grabación, pero también hay que decir que en ningún momento te hace reír a carcajadas. En mi opinión creo que podrían haberle sacado mucho más partido a más personajes de más videojuegos famosos.

Algo que hay que decir es que con todo el escenario edulcorado y cursi que presentan, los ciberbichos resultan ser bastante desagradables, recordando a las termitas de Antz.

Respecto a la banda sonora (de Henry Jackman) no está mal, aunque el uso de canciones tan actuales hace que te sientas como en una discoteca y hay ocasiones en que no encaja con lo que está sucediendo.

No diría que se trata de una película infantil, pero sí familiar. No está mal pero desde luego no es ninguna nueva maravilla de animación, que es lo que yo ya voy echando de menos…

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