--Cuando el delincuente conocido como el Nano le revienta la cabeza al rumano con el extintor, justifica su acción explicándolo tan atropelladamente y con tan mala dicción que muchos no nos llegamos a enterar de por qué lo hizo.
--Luis Callejo, cuando quiere, verbaliza bien, pero si el director se descuida o es un pasota le deja que literalmente farfullee.

--¿Cómo Karra Elejalde sabía con precisión la fecha, el momento de la jornada y la ruta que iba seguir el furgón? Lo normal es que estos desplazamientos sean diurnos, por autovías y en su defecto por carreteras generales, no por donde circula en la película, y para más inri con condiciones meteorológicas adversas. Esto es difícil de tragar. Por cierto, y creo que ya se ha mencionado antes en otra crítica, los traslados de presos por carretera corren por cuenta de la Guardia Civil, no de la Policía Nacional.

--Aunque hubiese sido antes policía, ¿cómo demonios era conocedor Karra Elejalde de las complejas tripas de un furgón de esas características? Se puso a cortar cables como si fuese un mecánico especializado o un ingeniero. En la Escuela de Policía, la enseñanza no llega a tanto.

--Otro fallo. Cuando comienza a disparar contra Javier Gutiérrez, lo está haciendo con fusil de precisión, con mira telescópica y visor nocturno. En cambio, poco después aparece con un rifle o escopeta repetidora que carece de dichos artilugios para el tiro preciso.

--Más trampas en cuanto a armas. Sale del furgón Javier Gutiérrez para saber qué ha sido de su compañero Montesinos y los de la escolta y, al verse tiroteado, responde con unos siete u ocho disparos con su pistola, quedándose sin munición. Esto es inverosímil porque se trata de un arma que lleva 14 cartuchos en el cargador, e incluso puede contener uno más en la recámara. Además, en estos servicios la dotación de un policía es de dos cargadores de repuesto, aparte del que lleva la propia pistola.

--Me uno a los otros fallos o incoherencias que ya han sido citados por los usuarios en los destripes de sus críticas.
--Por cierto, en la escena final, ¿Javier Gutiérrez se marcha voluntariamente de la Policía o lo expulsan? Acerca de la segunda posibilidad, podría perfectamente haber mentido o alegado muchas cosas para justificar lo que hizo. Por ejemplo, que el disparo que le voló la mano al joven delincuente no pretendía ese fin. Lo cierto es que en la película no se explica con certeza si se va por uno u otro motivo.