Es un director al que hay que darle más oportunidades que a otros de su generación. Quizá sea por el número de películas que rodó. no creo que otra explicación sea plausible. Pero, para esta en concreto siempre te queda la duda de si podría haber sido mejor cinta con otro director.
El erotismo está bien presente, lo muestra de forma interesante, pero no lograr pasar de la superficialidad. No tiene ni la gracia ni la sensualidad de otras cintas. Lo pretende como un instrumento para contar otra historia. Pero no lo logra del todo.
Hay un matiz que me ha agradado mucho: la referencia a la petanca, que también emplea en otras cintas suyas. Un juego muy francés, por otra parte.
Me ha gustado, debo seguir viendo películas de Chabrol, pero desde la premisa de que es un director que junto con cintas relativamente decentes tiene otras, algunas paródicas, bastante vulgares.
No pertenecía exactamente a la Nouvelle vague. Sí por generación, pero no es el tipo de director que clasificaría en ese movimiento.