Sobrecogedora película antibelicista, que arroja a los ojos del espectador la historia de un gravísimo herido de guerra que se ha visto reducido a un trozo de carne, un fantasma con vida,
que se ve viviendo la peor pesadilla inimaginable por cualquier ser humano, una pesadilla que te intimida hasta hacerte sentir tan pequeño como a un insecto.

Para mí el director quiere mostrar que aún en las peores condiciones la vida sigue siendo algo increíble (en algunas escenas muy bonitas de gran emotividad) pero deja abierta su opinión final sobre si merece la pena vivirla en según que condiciones. Ya que se toca tan directamente el tema de la eutanasia (que seguro que en aquel entonces el film despertó más de una polémica) aprovecharé para decir que personalmente estoy a favor de la eutanasia ya que va íntimamente ligada a la libertad esencial de las personas...