Media votos
5,7
Votos
1.384
Críticas
19
Listas
32
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de KraSti:
6
7,1
91.878
Musical. Infantil. Fantástico. Comedia
Londres, comienzos de siglo XX. La vida de una familia inglesa formada por un padre banquero, una madre sufragista y dos niños rebeldes -que pretenden llamar la atención de sus padres haciendo la vida imposible a todas las niñeras-, se verá alterada con la llegada de Mary Poppins, una extravagante institutriz que baja de las nubes empleando su paraguas como paracaídas. Debut y Óscar para Julie Andrews en este clásico del cine familiar ... [+]
11 de septiembre de 2013
3 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Mary Poppins? mejor os lo cuento con una historia que me contó mi bisnieto. Ahí va
ACTO 1. TELEFONILLO. LA CANCIÓN PROTESTA TE DETESTA.
- Apresúrate, no mas – dijo Napoleón Bonaparte.
Caminaban tres muchachos por una de las calles más abarrotada de una ciudad cuyo nombre no quiero acordarme, pero me lo acaba de recordar un señor calvo que pasaba por el parque donde con una pluma y vestimenta del siglo XII escribo esta historia, esa ciudad era Salamanca. Los jóvenes adolescentes que iban a protagonizar esta aventura era el pequeñajo y sabelotodo Juancarlos Borbón, el emocionalmente inestable Napoleón Bonaparte y Power Ranger negro, que tenía complejo de pene pequeño. Alguien les había alertado de que había una fiesta sorpresa de gente de su carrera, una fiesta a la que no habían sido invitados pero que, por supuesto, no se iban a perder.
- ¿Habéis visto a la piva nueva de clase? – preguntó Juancarlos Borbón.
- ¿La Patricia Hernando esa? – preguntó Power Ranger negro.
- Yes! – aclaró Juancarlos mientras el viento del levante zarandeaba sus piratas deportivos – ¡está buena, amor libre 4!
- ¡Repinche, la concha de mi hermana!, estuve enfermito y me lo perdí – se lamentó Bonaparte.
- Aquí es – dijo Juancarlos señalando a un vetusto edificio – pulsaré al azar el telefonillo ya que no sabemos donde mierdas es.
- ¡No hables así Juanca, carajo!
Por fin una voz tosca asomó del telefonillo vertiendo la duda sobre la identidad de los dedos que clavaron sus gritos en aquel botón.
- ¿Quién es?
- Una rosa y un clavel
- Abre la muralla
-¿Qué muralla?
- Una que vaya desde el monte hasta la playa.
- Pero si aquí no hay playa
- Vaya vaya
- ¿A dónde?
- Por qué no te callas.
- No ya en serio, venimos a la fiesta de Jesús, catequista.
- Subid.
ACTO 2. ESTANCIA. EUROVISIÓN ES UN TOSTÓN.
Tras eso, una puerta abierta, un pasillo despejado, globos y un tocadiscos exhalando una canción de Mecano, “Allí me colé y en tu fiesta me planté, cocacola para todos y algo de comer, mucha niña mona, pero ninguna sola, luces de colores lo pasaré bien”. Napoleón Bonaparte chasqueaba los dedos acompañando el ritmo, mientras que Juancarlos Borbón y Power Ranger Negro bailaban dando volteretas y agarrándose con las manos de tanto en tanto.
Al final del pasillo se abrieron dos estancias, a la izquierda se encontraba un solitario Fran Perea sentado en una cama desecha cantando y tocando una canción con melancólica voz. A la derecha una turba emitiendo molestos ruidos mientras aplaudían y reían las gracias a un joven con una camiseta de Auryn que estaba moviendo la axila imitando el sonido de un pedo. Ese muchacho marginado llamó primero la atención de nuestros protagonistas.
“El alba me sorprendió, contando las líneas de luz que deja tus persianas … no puedo dejar de mirar tu espalda rayada de sol y saber que estás a años luz siendo la chica de al lado” cantaba el desdichado.
- Pero hombre hombre hombre como vas a dormir ahí con to la solana – dijo Power Ranger mientras sus dos amigos tocaban las palmas.
- Pues yo veo una persiana y la mato – intervino Juancarlos mostrando su puño.
- Soy neutral con las persianas soy neutral – aclaró Napoleón encogiéndose de hombros.
Allí dejaron al desahuciado Fran Perea mientras cantaba con los ojos cerrados noseque de “mandar un email a la luna”. Por fin se asomaron a la otra sala abarrotada de gente, entre ellos visualizaron a una dama dotada de hermosura clandestina, con los tobillos desnudos. Esa chica de la habitación de al lado no era otra que Patricia Hernando. A Napoleón se le despegaba del pecho su corazón latino de sangre caliente. En una esquina el pianista de Cine de Barrio se puso a tocar el piano, Juancarlos Borbón cogió el saxofón y Salomé salió de debajo de una mesa cantando “Desde que llegaste ya no vivo llorando, vivo cantando, vivo soñando, solo te pido que me digas que está pasando, que estoy temblando de estar junto a ti” Todos se pusieron a bailar mientras Power Ranger gritaba “jey”. Napoleón se acercó en actitud de bailar con su enamorada, entonces el chico que zarandeaba su axila que ahora llamaban Escopeta se le adelantó y cogió en brazos a Patricia. La canción se paró de golpe, Chavela Vargas se puso a cantar algo triste, Napoleón bajó la cabeza.
- Tranquilo Napo – consoló Juan Carlos a su amigo.
- Vámonos de aquí brodel.
(sigue en en spoiler sin contar que Mary Poppins muere)
ACTO 1. TELEFONILLO. LA CANCIÓN PROTESTA TE DETESTA.
- Apresúrate, no mas – dijo Napoleón Bonaparte.
Caminaban tres muchachos por una de las calles más abarrotada de una ciudad cuyo nombre no quiero acordarme, pero me lo acaba de recordar un señor calvo que pasaba por el parque donde con una pluma y vestimenta del siglo XII escribo esta historia, esa ciudad era Salamanca. Los jóvenes adolescentes que iban a protagonizar esta aventura era el pequeñajo y sabelotodo Juancarlos Borbón, el emocionalmente inestable Napoleón Bonaparte y Power Ranger negro, que tenía complejo de pene pequeño. Alguien les había alertado de que había una fiesta sorpresa de gente de su carrera, una fiesta a la que no habían sido invitados pero que, por supuesto, no se iban a perder.
- ¿Habéis visto a la piva nueva de clase? – preguntó Juancarlos Borbón.
- ¿La Patricia Hernando esa? – preguntó Power Ranger negro.
- Yes! – aclaró Juancarlos mientras el viento del levante zarandeaba sus piratas deportivos – ¡está buena, amor libre 4!
- ¡Repinche, la concha de mi hermana!, estuve enfermito y me lo perdí – se lamentó Bonaparte.
- Aquí es – dijo Juancarlos señalando a un vetusto edificio – pulsaré al azar el telefonillo ya que no sabemos donde mierdas es.
- ¡No hables así Juanca, carajo!
Por fin una voz tosca asomó del telefonillo vertiendo la duda sobre la identidad de los dedos que clavaron sus gritos en aquel botón.
- ¿Quién es?
- Una rosa y un clavel
- Abre la muralla
-¿Qué muralla?
- Una que vaya desde el monte hasta la playa.
- Pero si aquí no hay playa
- Vaya vaya
- ¿A dónde?
- Por qué no te callas.
- No ya en serio, venimos a la fiesta de Jesús, catequista.
- Subid.
ACTO 2. ESTANCIA. EUROVISIÓN ES UN TOSTÓN.
Tras eso, una puerta abierta, un pasillo despejado, globos y un tocadiscos exhalando una canción de Mecano, “Allí me colé y en tu fiesta me planté, cocacola para todos y algo de comer, mucha niña mona, pero ninguna sola, luces de colores lo pasaré bien”. Napoleón Bonaparte chasqueaba los dedos acompañando el ritmo, mientras que Juancarlos Borbón y Power Ranger Negro bailaban dando volteretas y agarrándose con las manos de tanto en tanto.
Al final del pasillo se abrieron dos estancias, a la izquierda se encontraba un solitario Fran Perea sentado en una cama desecha cantando y tocando una canción con melancólica voz. A la derecha una turba emitiendo molestos ruidos mientras aplaudían y reían las gracias a un joven con una camiseta de Auryn que estaba moviendo la axila imitando el sonido de un pedo. Ese muchacho marginado llamó primero la atención de nuestros protagonistas.
“El alba me sorprendió, contando las líneas de luz que deja tus persianas … no puedo dejar de mirar tu espalda rayada de sol y saber que estás a años luz siendo la chica de al lado” cantaba el desdichado.
- Pero hombre hombre hombre como vas a dormir ahí con to la solana – dijo Power Ranger mientras sus dos amigos tocaban las palmas.
- Pues yo veo una persiana y la mato – intervino Juancarlos mostrando su puño.
- Soy neutral con las persianas soy neutral – aclaró Napoleón encogiéndose de hombros.
Allí dejaron al desahuciado Fran Perea mientras cantaba con los ojos cerrados noseque de “mandar un email a la luna”. Por fin se asomaron a la otra sala abarrotada de gente, entre ellos visualizaron a una dama dotada de hermosura clandestina, con los tobillos desnudos. Esa chica de la habitación de al lado no era otra que Patricia Hernando. A Napoleón se le despegaba del pecho su corazón latino de sangre caliente. En una esquina el pianista de Cine de Barrio se puso a tocar el piano, Juancarlos Borbón cogió el saxofón y Salomé salió de debajo de una mesa cantando “Desde que llegaste ya no vivo llorando, vivo cantando, vivo soñando, solo te pido que me digas que está pasando, que estoy temblando de estar junto a ti” Todos se pusieron a bailar mientras Power Ranger gritaba “jey”. Napoleón se acercó en actitud de bailar con su enamorada, entonces el chico que zarandeaba su axila que ahora llamaban Escopeta se le adelantó y cogió en brazos a Patricia. La canción se paró de golpe, Chavela Vargas se puso a cantar algo triste, Napoleón bajó la cabeza.
- Tranquilo Napo – consoló Juan Carlos a su amigo.
- Vámonos de aquí brodel.
(sigue en en spoiler sin contar que Mary Poppins muere)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
ACTO 3. ANARQUÍA. BUSTAMANTE YA NO ES COMO ANTES
Los chicos decidieron marcharse, pero antes cada uno robó un objeto de la casa. Power Ranger negro cogió un disco de Ráphael, Napoleón Bonaparte un pañuelo de clinex que tenía el poder de hacer invisible la nariz cuando alguien se sonaba los mocos, y Juan Carlos una gorra de Caja Duero. Cuando ya estaban a punto de salir algo bloqueaba la puerta, allí estaban Patricia Hernando, y todos sus amigos, en especial uno grande y fuerte que se hacía llamar Maicon. Detrás de un florero Escopeta susurraba mientras se frotaba las manos “Bien, ¡ucronía!”
- Ay virgencita, ¡Juanca sácate la contrachucha!
- ¿Eso no es el pene?
- Yo creo que es la pistola – opinó Power Ranger.
- No estoy seguro – dijo Juan Carlos.
En ese momento Maicon dio dos pasos, blandió su puño y dio un golpe sobre la mesa que provocó unas ondas que derribaron a todos los individuos. Acto seguido se puso a golpear a todo el mundo, sin distinguir entre amigos y enemigos, finalmente se dio cabezazos contra una pared hasta que murió desangrado. Los tres chicos se levantaron magullados, solo quedaba ilesa Patricia Hernando.
- Un momento – dijo Juan Carlos – Si esto es la fiesta de Jesús, ¿dónde está Jesús?
Ante esas palabras Patricia Hernando se acercó, pusó las manos sobre su cara y resquebrajó la piel dejando al descubierto un nuevo rostro, era Jesus Vivas.
- ¿Profesor Vivas con tetas?
Ante esas palabras Jesús Vivas estiró su piel desde el cuello y mostró una nueva cara con barba y pelo largo.
- ¿Jesucristo?
Ante esas palabras Jesucristo abrió una cremallera que tenía en la nuca y desveló unas facciones filosóficas.
- ¿Víctor Niso?
Ante esas palabras Víctor Niso clavó sus uñas en su hermoso busto para exponer su nueva identidad.
- ¿Jesús Bonilla vestido de tunero?
Entonces apareció en escena un furioso Fran Perea y con una pistola disparó no uno, ni uno más uno, sino siete tiros a Jesús y entonces dijo “Supercalifrágicolístico espiadalidoso”
- Que hisiste Fran, que hisiste – habló Napoleón.
- ¡Vámonos de aquí! – gritó Fran Perea - ¡nos queda poco tiempo!
De este modo, los tres muchachos hermosos se agarraron al torso de Fran Perea, que abrió un paraguas y saltó por la ventana levitando, unos segundos después la casa de Jesús explotó.
- Chévere, nos salvaste Fran, ayúdame a buscar a la verdadera Patricia, está rebuena, quiero entregarme a ella y hacerle un Waterloo – comentó Napoleón.
- Que caprichosa es esta vida, yo también la quiero, preveo que en una nueva aventura seremos enemigos- sentenció Fran Perea.
Justo después salen los créditos mientras suena “Dos hombres y un mismo destino” de Bustamante.
Los chicos decidieron marcharse, pero antes cada uno robó un objeto de la casa. Power Ranger negro cogió un disco de Ráphael, Napoleón Bonaparte un pañuelo de clinex que tenía el poder de hacer invisible la nariz cuando alguien se sonaba los mocos, y Juan Carlos una gorra de Caja Duero. Cuando ya estaban a punto de salir algo bloqueaba la puerta, allí estaban Patricia Hernando, y todos sus amigos, en especial uno grande y fuerte que se hacía llamar Maicon. Detrás de un florero Escopeta susurraba mientras se frotaba las manos “Bien, ¡ucronía!”
- Ay virgencita, ¡Juanca sácate la contrachucha!
- ¿Eso no es el pene?
- Yo creo que es la pistola – opinó Power Ranger.
- No estoy seguro – dijo Juan Carlos.
En ese momento Maicon dio dos pasos, blandió su puño y dio un golpe sobre la mesa que provocó unas ondas que derribaron a todos los individuos. Acto seguido se puso a golpear a todo el mundo, sin distinguir entre amigos y enemigos, finalmente se dio cabezazos contra una pared hasta que murió desangrado. Los tres chicos se levantaron magullados, solo quedaba ilesa Patricia Hernando.
- Un momento – dijo Juan Carlos – Si esto es la fiesta de Jesús, ¿dónde está Jesús?
Ante esas palabras Patricia Hernando se acercó, pusó las manos sobre su cara y resquebrajó la piel dejando al descubierto un nuevo rostro, era Jesus Vivas.
- ¿Profesor Vivas con tetas?
Ante esas palabras Jesús Vivas estiró su piel desde el cuello y mostró una nueva cara con barba y pelo largo.
- ¿Jesucristo?
Ante esas palabras Jesucristo abrió una cremallera que tenía en la nuca y desveló unas facciones filosóficas.
- ¿Víctor Niso?
Ante esas palabras Víctor Niso clavó sus uñas en su hermoso busto para exponer su nueva identidad.
- ¿Jesús Bonilla vestido de tunero?
Entonces apareció en escena un furioso Fran Perea y con una pistola disparó no uno, ni uno más uno, sino siete tiros a Jesús y entonces dijo “Supercalifrágicolístico espiadalidoso”
- Que hisiste Fran, que hisiste – habló Napoleón.
- ¡Vámonos de aquí! – gritó Fran Perea - ¡nos queda poco tiempo!
De este modo, los tres muchachos hermosos se agarraron al torso de Fran Perea, que abrió un paraguas y saltó por la ventana levitando, unos segundos después la casa de Jesús explotó.
- Chévere, nos salvaste Fran, ayúdame a buscar a la verdadera Patricia, está rebuena, quiero entregarme a ella y hacerle un Waterloo – comentó Napoleón.
- Que caprichosa es esta vida, yo también la quiero, preveo que en una nueva aventura seremos enemigos- sentenció Fran Perea.
Justo después salen los créditos mientras suena “Dos hombres y un mismo destino” de Bustamante.