Tarantino vuelve a hacer de las suyas en una película bélica cuyas principales batallas son verbales. Cuenta con diálogos largos, ingeniosos, meditados y a ratos divertidos, pero que se quedan lejos de aquellos míticos de Pulp Fiction.

Extrañamente, la violencia (que la hay) no está tan presente como cabría esperar tratándose de una película bélica firmada por el autor de Kill Bill. No obstante, la grandeza visual del film, las buenísimas interpretaciones de las que luego hablaré y el ingenio de la mayoría de escenas, hace de la violencia un complemento y no el plato fuerte, quedándote de igual modo satisfecho. Quentin, además, cada vez mueve mejor la cámara.

La película tiene fases lentas, reconozco que habrá momentos que no podrás evitar pensar en si te has dejado la ventana del cuarto abierta o a qué hora te levantas mañana para ir al banco. Algunas escenas y diálogos son prescindibles en mi opinión, pero merece la pena aguantar esos minutos de "letargo" (que no son tantos) porque al final del plano acabas arrepintiéndote por dudar de Tarantino.

En cuanto a las interpretaciones, Waltz ya puede ir ensayando cómo recoger el Oscar, Pitt está correcto y a ratos es un puntazo y las dos chicas, Kruger y Laurent (la primera es un pibón, la segunda da morbo) están perfectas e incluso aguantan el tirón en sus duelos con Waltz. Hasta Eli Roth está bien. Eso sí, su doblaje es penoso.

Resumiendo, si amas a Quentin, como mínimo te gustarán estos Bastardos. Si odias a Quentin, esta peli no será la que cambie tu opinión sobre él. Si te van las pelis de acción no te engañes, estos Bastardos son brutos pero tienen clase. No son lo que buscas. Aviso, hay partes que son un pudding de idiomas, pero me parece bien, ya estaba harto de que en toda Europa se hablase inglés.

Ganará con el tiempo y no descarto que tras volver a verla, regrese aquí para ponerle un 10. Por cierto, larga vida a esos directores en extinción cuyos nombres aparecen al final de sus películas bajo las palabras "Written and directed by"