Drama espacial narrado con parsimonia que busca explorar más a fondo el interior de los personajes que el exterior de la nave. Este tipo de propuestas suelen ser interesantes, pero la que nos ocupa no termina de funcionar porque cuenta una historia sin tener claro su destino.

La sinopsis es la película, sin ahondar mucho más. Un hombre cuida a su hija pequeña en una nave que se dirige hacia un agujero negro. Una vez fueron parte de una tripulación formada por presos que transmutaron su condena por el experimento espacial. Mediante una narración desordenada que sin embargo se explica demasiado, asistiremos al devenir de los integrantes de la nave, que viven en un ambiente insoportable de represión sexual, a saber por qué.

No me ha convencido, está alargada artificialmente para intentar parecer más profunda de lo que es, y por ello se torna tediosa. Entiendo que hace un estudio de la soledad, el vacío y el sexo, así como de la bondad, la responsabilidad y la esperanza, pero apenas rasca la superficie. Tiene algunas escenas poderosas visualmente, eso sí, y el minimalismo en el espacio resulta sugestivo. Asimismo el reparto cumple sin esforzarse gran cosa, otorgando un halo enigmático a personajes a los que les falta una mejor definición.

Interesante pero fallida. A duras penas soportable.