Básicamente estamos ante otro slasher, que respeta las convenciones del subgénero, aunque sin jóvenes descerebrados e inclinándose hacia el survival, y que hará pasar un gran rato a quien guste este tipo de cine. Está cargado de tensión, sangre y altas dosis de terror, y se agradece que el repetitivo susto fácil no tenga un papel principal a la hora de provocar sobresaltos en el corazón del espectador, siendo la ambientación nocturna de un edificio ruinoso, el ritmo inagotable y la creación de imágenes poderosas los encargados de ello. Ciertamente, desde un punto de vista visual y sonoro, es una película de terror bastante redonda. La cámara se mueve con inteligencia, los actores cumplen y la trama es ágil y no da para aburrirse. Además dura poco más de una hora y cuarto.

Ahora bien, le falta un poco más de trasfondo. No es que este cine se caracterice por mostrar historias elaboradas pero sí asesinos con motivaciones simples o, en los mejores casos, un argumento de doble lectura y mensaje final. Esta película no tiene ninguna de las dos cosas, aunque en su premisa intenta tirar hacia la segunda, hablando de los desahucios e intereses de las inmobiliarias. Pero no indaga en el tema lo más mínimo, se limita a dar una explicación superficial que en ningún momento justifica lo que estamos viendo. Yo puedo llegar a creerme lo que plantea esta cinta, pero no así, eso es falta de imaginación. Tampoco sirve como metáfora de la realidad por dejarse llevar por caminos salvajes y no hacer referencia al tema aunque fuera mediante pistas escondidas, porque se podría decir lo de 'la inmobiliaria es como un psicópata asesino en serie que te persigue hasta matarte', pero eso no puedes tomártelo en serio, resulta hasta irrisorio así expresado. Y en cuanto a los motivos del asesino, bueno, pues no sabemos nada de él, así que no sabemos nada. No creo que por dinero o por un bloque de apartamentos se ponga a destrozar cadáveres con nitrógeno líquido o descuartizar gente en vivo.

En definitiva, no compro la historia. Hay que ser un poco más imaginativo. De todas formas entretener entretiene y se pasa el rato, además de contar con un acabado elegante.