A quien tenga un interés, religioso o cinéfilo, sobre las aventuras narradas en La Biblia y en particular sobra la vida de Jesús, eventualmente terminará llegando a esta miniserie. Y es que películas que adaptan su vida hay muchas, pero bien es cierto que Franco Zeffirelli eleva este trabajo para televisión a una de las mejores obras para visualizar en Semana Santa. Se nota el esfuerzo, la pasión que pone en la historia, narrada con parsimonia y que nos traslada a esa lejana época donde un hombre cambió el mundo con su insurrección.

La miniserie es completa, dividida en cuatro partes, nos cuenta la historia de Jesús desde su concepción. Pasamos así por la odisea de María y José para su nacimiento, su llegada a la etapa adulta, donde empieza a promulgar sus creencias, hacer milagros y ganar adeptos. La revolución que provocan sus palabras, dividiendo la sociedad entre quien cree en él y quien lo considera un falso profeta, y el enfrentamiento ante el poder corrupto que lo condenará a su crucifixión. Es ciertamente un relato fascinante.

Hay que destacar la interpretación de Robert Powell, quizás el mayor acierto del film y una de las mejores interpretaciones del profeta. Dota al personaje de un magnetismo, fuerza y seguridad que acapara toda la pantalla. Así mismo, la gran realización en las escenas clave y su atmósfera, que puede pasar de transmitir misticismo a una tensión casi terrorífica, bañada con una decente banda sonora, es lo que termina por perfeccionar y hacer mejor esta obra frente a otras. Recomendable.