Esto ya no cuela. Es otra copia más de la película de Alex Proyas, pero muchísimo peor. La segunda entrega aún tenía algo de ambientación, ésta ni eso, una basura donde todo es mediocre e insufrible.

En esta ocasión el nuevo Cuervo es un joven al que condenan a muerte injustamente y regresa para vengarse de un puñado de polis corruptos. Pero una vez vuelve lo que hace es intentar caerle bien a la hermana de la mujer que supuestamente mató, lo que no tiene ninguna lógica. Dicho sea de paso que el personaje de la hermana no aporta absolutamente nada a la historia. La cara pintada del protagonista no tiene justificación, simplemente regresa a la vida con esa cara de fábrica. Ahora resulta que tampoco pierde sus poderes al matar el cuervo, sino al hacerle creer que ha terminado su venganza... ¿Pero qué puto sentido tiene eso? ¿Y que resucite gracias a un collar? ¿Y que el padre ¨quiera dejarlo¨ después de haber participado en la muerte de su hija? ¿Cuál es la puta motivación de ese personaje? Madre mía... El hombre de la cicatriz... cuyo misterio es el más evidente de todos los tiempos. El poli que antes de morir le da tiempo a coger la maldita ficha del rey de ajedrez y señalar con ella al rey de los polis corruptos... Incoherencias y estupideces sonrojantes de principio a fin.

No hay ambientación, no hay humor negro, no hay drama, no hay violencia, no hay coherencia. Los personajes son nefastos, encabezados por un protagonista bobalicón con resaca.

Muy mala.