Creo que dentro del género es una de las buenas. Tenemos al Robert DeNiro de nuestros días, Ryan Gosling, y a Anthony Hopkins en un duelo a muerte ante un jurado popular que te hará estar pegado a la pantalla durante toda la película y aunque la resolución creo que sobraba, quiero decir, que me pareció algo estúpida, yo he pasado un rato bastante entretenido pensando en cómo iban a ingeniárselas del tinglado que montan nada más empezar la película.

No tengo mucho más que decir, mas que la película sigue el esquema típico de un thriller judicial con algunos giros de guion y eso que ya sabemos desde el principio lo que pasa y quién mata a quién. Recomendable aunque no iría a verla al cine.