No soy un «gamer» pero sí que me gustan los juegos de cierta temática; misterio, terror, ciencia ficción... y así como espero con ansias la adaptación al cine de «Gears of War» —anunciado su producción en octubre de 2016— con igual, o algo menos, de ansias espero la de «Assassins Creed». Y esta película es que me recordó totalmente a ese juego —también me recordó a «Broken sword» ya que hablamos de juegos y templarios—; esa música, esa ambientación, decorados, vestuario. Todo perfecto.

Me encantó también que se tratara el amor como se trataba en la época. Llamado amor cortés, para ellos el sufrimiento que provenía del amor era una característica positiva. Los enamorados se encuentran sufriendo, una enclaustrada y el otro en las cruzadas, separados por causa de sus devaneos.

Y es que para ellos el amor puro era el que estaba fuera del matrimonio, ya que estos eran pactados, por lo tanto se tenía que llevar en secreto y de ahí se concluye que no se debía practicar relación alguna entre lo enamorados. Por decirlo de alguna manera, cuanto más difícil lo tenían más puro era su amor. Un ejemplo de ello es la novela «Tristan et Isolde» de la que también hay una adaptación protagonizada por James Franco.

Pero no es una película pastelosa, es decir, si tomamos «Braveheart» como ejemplo, la causa de todo es el amor pero luego no es una película romántica. En este caso es igual, diría que tiene la misma cantidad de escenas. Por todo ello, solo decir que es una más que interesante cinta de aventuras y acción, seis con cinco.