Ryan Nicholson conocido sobre todo por estar en el departamento de maquillaje de películas como «Warcraft: el origen» o «Las crónicas de Riddick» se pone tras las cámaras y guion de «Gutterballs» —en terminología de bolos es una bola que sin golpear los bolos va directamente hasta el final de la pista—, una película sobre un grupo de chicos que mientras juegan un torneo de bolos son cazados por un asesino enmascarado y obsesionado por los bolos. No conozco a ninhuno de los protagonistas.

Se trata de una película de terror del género slasher y con una estética como de los años setenta o así, al menos esa es la impresión que me dió. Es de bajo presupuesto aunque no se nota demasiado y la historia es bastante sencilla aunque tarda bastante en arrancar. Bueno, no tanto pero la parte en la que nos presentan a los personajes no es tan interesante como puede serlo en otras ya que a mí se me hizo demasiado larga.

Todos los actores están bien salvo Jimmy Blais que interpreta a Sam, un chico que va vestido de chica y aunque el personaje en sí me gusta no me pareció que lo hiciera demasiado bien, sobreactuaba un poco para mi gusto y tengo que decir que me recordó muchísimo a Perez Hilton.

No tiene ni tomatá ni metascore así que para terminar diré que es una película que entretiene porque se desarrolla en un lugar diferente a lo que nos tiene acostumbrado este tipo de cintas así que yo la meteré en mi lista de Tópic: películas de terror en localizaciones diferentes. A pesar de ello es bastante justita.