Lo primero es que me ha encantado la manera que tiene de empezar. Ese epílogo súper cachondo y a la vez súper terrorífico en su final. Yo no pude evitar llevarme las manos a la boca porque fue para mí tan inesperado que hasta me asusté. Me encantó cómo hablaba la chica a la que entrevistan, yo me preguntaba; «¿por qué habla como las negras?» —cosa que me encanta—, cuando vi a su novio lo entendí todo «bitc*es». También me pareció genial la manera que tiene de cambiar el rumbo de la película —la escena del río—, quiero decir, yo sin saber de qué iba no entendía muy bien qué iba a ver pero pensé que iba a ser más comedia de terror pero no, la verdad es que es más terror quizás algo menos «teen» de lo que parece al principio pero no tiene tanta comedia.

Cosas que no me gustaron, pues justamente eso, que el mundo de las «cheerleaders» daba para mucho juego en una comedia de terror pero decidieron no hacerla tanto de comedia y más de terror de toda la vida. Creo que es básicamente lo que no me gustó porque por lo demás ya digo que a mí me encantó, quitando ese final de todas las películas de liarse a dar palos, pero que pasa en todas las películas. Un seis y medio pero que redondeando hacia arriba se hace un siete. Está entre que las partes buenas compensan algunas más flojas y que no te arrepentirás de verla.