Es tan estúpida como un piano de cola en medio del desierto tocado por ratas ciegas, sí, absurda es también un rato. Es como si el guionista intentara imitar el estilo de Terry Gilliam pero claro, lo que es el estilo, el copia y pega, le sale bastante bien, me gustó todo lo distópico espacial pero si a eso le acompaña un guion que no tiene sentido ninguno pues se hace más larga que «Los diez mandamientos» de Cecil B. DeMille. Vamos, que esta última se me hace hasta más corta que este engendro e intento de comedia que no tiene ni gracia.

Los actores lo hacen bien y lo siento por ellos, sobre todo por Martin Freeman, que me encanta a mí este hombre, mira que no es especialmente guapo pero a mí me gusta. Los demás lo hacen bien pero, ¿de verdad? Qué hace ahí Zooey Deschanel haciendo de Zooey Deschanel? ¿No tenían a otra actriz? Porque vamos, no pega ni con cola de carpintero, y de eso sé un rato.

Total, que esperaba que me iba a gustar, me esperaba algún tipo de sátira pero dicen que es una parodia, ¿de qué? ¿de Terry Gilliam? No la salva ni el acento inglés británico que tanto me gusta. Un tres porque en algún momento me reí o esbocé una sonrisa, poco más. Si lo sé, no la veo.

Por cierto, sin ver los créditos, para mí que el que hace la voz del robot es Alan Rickman o Rikman.