Sin duda está película que muchos vimos en nuestra niñez tiene su puesto en la historia del cine. Es todo un derroche de fantasía e imaginación, con personajes de todo tipo, más o menos cómicos, alegres, cursis o curiosos, pero entre los que deja su huella uno de los más siniestros que se han podido ver en el cine en general, por lo que hace y representa. Me refiero al cazador de niños. Sórdido y maquiavélico, perfecto par cualquier pesadilla, pues es la reencarnación del miedo para cualquier padre.

Canciones inolvidables, fantasía en todos sus ámbitos, cachivaches curiosos, Dick Van Dyke dándolo todo, bonitas localizaciones, sensibilidad y una Sally Ann Howes como Truly, a la que siempre recordaré en la caja de muñecas.

Para colmo, es una adaptación de un libro de Ian Fleming, y sale hasta Benny Hill. Que bueno haberla visto de niño y que bueno volver a verla de mayor.

Una película excelente, que entró por la puerta grande. Para mi, junto con la Bruja Novata y Mary Poppins, son de lo mejor de su género.