La tercera entrega, al igual que las dos anteriores, cumple lo que promete: darte dos o tres sustos y mantenerte todo el tiempo con el ojete apretado, que no cabría por ahí ni el bigote de una gamba. Yo ya le he cogido el truco a la franquicia. Mientras en otras pelis van creando el climax, y la tensión va in crescendo, para finalmente darte el susto, en la saga 'Insidious' primero te pegan un susto de muerte, para luego desarrollar la escena de terror, que acojona más porque ya estás resabiado del susto anterior, para finalmente volver a soltarte algo impactante de sopetón.

Esta tercera parte en realidad es una precuela de la primera, donde la vieja conoce a los dos jóvenes que a partir de entonces serán sus ayudantes técnicos. Es más conservadora en el sentido de que hay un espíritu chungo del que hay que librarse, pero no es una odisea espiritual como las dos primeras. En ese sentido creo que sale perdiendo, pero es comprensible que no quieran hacer otra vez lo mismo.

La considero una peli de terror muy aceptable, porque aunque no sea muy original, el acojone está garantizado.