Al ver que el director es Seth MacFarlane, uno espera una comedia divertida con humor ácido e irreverente al estilo de 'Padre de familia', pero la realidad es que resulta una comedia aburrida y sosa al estilo 'El show de Cleveland', esto es, con algún punto gracioso pero bastante plana.

Es extraña la mezcla de un humor infantil con palabras malsonantes (p.e. Ted habla de 'correrse', de la 'chirla' o el 'felpudo' de la mujer del gerente del super, simula un bukkake, etc.) y luego andarse con remilgos y decir que hay 'una cagada en el suelo' (deben ser los únicos del planeta que no dicen 'mierda'). Hay algunos gags locos, al estilo 'Top Secret', pero que parecen sacados de contexto. Si toda la película hubiese sido así estaría realmente mejor.

Ted está doblado por Santi Millán, y la verdad es que deja mucho que desear, porque no le da la comicidad necesaria. Tiene una voz demasiado grave y uniforme. Todo suena en el mismo tono. Hubiese sido mejor que tuviese, por ejemplo, la voz de Peter Griffin o Steve, que son voces más expresivas. No en vano son profesionales de esto. Sin embargo Santi es solo un aficionado puesto ahí con el aliciente de atraer a algún fan al cine.

Ni siquiera dos caras 'bonitas' (eso ya es cuestión de gustos) como son Mila Kunis y Mark Wahlberg consiguen levantar este subproducto de la factoría MacFarlane.

Lo mejor, la jazzistica banda sonora. Lo peor, todo lo demás. Y es una pena porque con esa historia base y esos medios podían haber conseguido una película ciertamente divertida y diferente.

GAZAPO: El niño gordo le arranca una oreja a Ted, pero en las siguientes escenas la tiene como si nada.