No falla. Cuando una película de finales de los 70 o principios de los 80 la protagoniza una chica joven, de cara aniñada, rubia, de ojos azules, cuerpo escultural y una belleza radiante, es indefectiblemente sueca (Ewa Aulin, Britt Ekland, etc.)

'Candy' es una película de humor absurdo que se burla de los iluminados que la sociedad de los 60 ponía en un pedestal: el sensible poeta intelectual, el jefe mafioso, el jefe militar, el cirujano revolucionario, el gurú trascendental, etc. Personajes de renombre con fieles seguidores pero que al final no controlan sus instintos más animales y necesitan copular con Candy. La chica, a su vez, es de una candidez absoluta, y no se entera de la misa la mitad.

Hay chistes y situaciones bien traídos y muy ocurrentes, aunque, en general, el paso del tiempo ha hecho que que la película pierda mucho lustre. Por poner algunos ejemplos, tiene todo un plantel de actores famosos, pero que no he reconocido porque son demasiado jóvenes. Cuando yo los conocí en mi adolescencia, casi tres décadas después, ya tenían otro aspecto muy diferente. Que todos los babosos se le echen encima a la chica debía ser muy divertido en los 60, pero ahora se reconoce fácilmente como una agresión sexual, duramente penada. Los seguidores de poetas y de gurús místicos, son cosa de otro tiempo.

Algunas de las gracietas las he visto en películas posteriores, como hacer trucos invirtiendo temporalmente la grabación (como cuando el cirujano se pone los guantes).

Dado que el objetivo de todo hombre que aparece en pantalla es meterse en las bragas de Candy, hubiese estado bien que la chica enseñara su increible cuerpo sin mojigaterías. Pero eran los 60, tampoco podemos pedirle peras al olmo.